Practicar el método piel con piel con tu bebé resulta ser una práctica con numerosos beneficios. Cada vez se recomienda y se realiza más desde el nacimiento de tu bebé en la maternidad y durante los meses que siguen.
Piel con piel con el bebé: te lo explicamos todo.
¿Qué es el contacto piel con piel?
El contacto piel con piel consiste en colocar a tu bebé desnudo contra el torso desnudo de otra persona. Generalmente, es contra tu propio torso, ya seas la madre, el padre o el co-progenitor. Incluso puede practicarse con los hermanos y hermanas del bebé.
Esta práctica se remonta al siglo XX, en 1978, en Bogotá, Colombia. En esa época, una maternidad no tenía suficientes incubadoras para cada recién nacido prematuro. Entonces nació la idea: mantener a los bebés calientes contra el cuerpo de sus padres y familiares las 24 horas del día, turnándose. Se observaron mejoras en la salud de los lactantes y en su evolución.
Desde entonces, existe el programa Kangaroo Mother Care (KMC) para los recién nacidos prematuros, que recomienda el contacto piel con piel las 24 horas del día, la lactancia cada 1,5 horas, talleres de acompañamiento parental y la posibilidad de un alta más precoz.
Esta práctica se ha democratizado por completo en todo el mundo. En Francia, la mayoría de las maternidades fomentan la práctica del piel con piel. De este programa surgió el término unidades canguro en las maternidades francesas: las madres son hospitalizadas allí con su recién nacido, que respira por sí solo, pero que tiene dificultades para alimentarse o necesita cuidados.
Los beneficios del contacto piel con piel
Para todos los bebés
El contacto piel con piel tiene numerosos beneficios. Por eso muchos pediatras lo recomiendan (¡e incluso estarían dispuestos a prescribirlo!). Al nacer, el contacto piel con piel permite:
- una continuidad sensorial transnatal (el bebé vuelve a encontrar referencias que conoce bien, como tu olor, el sonido de tu voz o de tu corazón),
- una mejora del bienestar y del comportamiento del recién nacido, que se siente seguro (lo que le tranquiliza),
- interacciones precoces y la facilitación de la instauración del vínculo de apego entre padres e hijos,
- la facilitación de la instauración de la lactancia materna,
- el mantenimiento eficaz de la temperatura corporal del bebé, una mejor adaptación metabólica, una estabilidad cardiorrespiratoria y un efecto analgésico (menos dolor)
Después del nacimiento, también se observan multitud de beneficios al prolongar el contacto piel con piel:
- Cuando está acurrucado contra ti, tu bebé puede agruparse más fácilmente (por ejemplo, disminuye el reflejo de Moro).
- El tiempo de sueño aumenta y es más tranquilo.
- El llanto disminuye.
- La duración de la lactancia aumenta y la succión mejora: se facilita gracias a la estimulación sensorial (olor y tacto).
- Reacciona a tu rostro gracias a las neuronas espejo.
- El refuerzo del apego entre padres e hijos crea cercanía y placer en el momento compartido.
- En caso de fiebre: el contacto piel con piel podría ayudar a regular la temperatura corporal.
Para los bebés prematuros
Para los bebés prematuros, el contacto piel con piel resulta igual de beneficioso, e incluso un verdadero cuidado para ellos. Los beneficios son prácticamente los mismos que los mencionados para los bebés nacidos a término. Sin embargo, el contacto piel con piel está aún más recomendado en los bebés prematuros, ya que presenta muchas ventajas para ellos:
- una estabilización de sus funciones cardiorrespiratorias,
- una mejor regulación de su temperatura y menos episodios de hipotermia,
- una mejor ganancia de peso.
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Practicar el contacto piel con piel
En la maternidad
En la maternidad, te proponen el contacto piel con piel con tu bebé justo después del nacimiento. Si la madre no puede hacerlo de inmediato —por ejemplo, en caso de cesárea—, el padre o el co-progenitor puede encargarse (no dudes en pedirlo al personal sanitario, que suele estar muy a favor). Incluso puedes indicarlo en tu plan de parto. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda desde 1999: “Colocar al recién nacido en contacto piel con piel con la madre inmediatamente después del nacimiento durante al menos 1 hora y animar a la madre a reconocer cuándo su bebé está listo para mamar, ofreciendo ayuda si es necesario.”
En casa
En casa, también puedes practicar el contacto piel con piel con tu bebé. Aquí tienes algunas indicaciones para una buena instalación:
- asegúrate de estar bien erguido/a, pero sentado/a cómodamente,
- la cabeza de tu bebé debe estar de lado, su rostro despejado, la nariz y la boca libres y el cuello sin flexión,
- puedes cubrirlo con un maxi arrullo o un fular de contacto piel con piel, o utilizar una manta ligera,
- para mayor comodidad, también puedes usar un cojín de lactancia.
Atención, no es una técnica de porteo, está totalmente desaconsejado levantarse con el bebé.
En casa, el contacto piel con piel puede realizarse en distintas ocasiones:
- si tu bebé está inquieto,
- si tiene dificultades para dormirse,
- si experimentas una bajada de lactancia,
- simplemente por el placer del momento.

El contacto piel con piel con un bebé prematuro
Durante una estancia en el hospital, especialmente con un bebé que necesita cuidados como un prematuro, el equipo médico está ahí para acompañarte y tranquilizarte. Si te proponen hacer piel con piel, significa que puedes hacerlo con total seguridad. El contacto piel con piel está aún más recomendado para los bebés prematuros porque, a pesar del entorno médico (cuidados intensivos, hospitalización, reanimación…), te permite tranquilizar a tu bebé y estar cerca de él. ¿Cómo se desarrolla una sesión de piel con piel con un bebé prematuro?
- Un profesional sanitario te ayuda a colocarte con todos los cables, tubos, vías… El objetivo es que estés a gusto y tu bebé seguro.
- Piensa en tomar tus precauciones (ir al baño, etc.) porque este momento puede durar mucho tiempo.
- Se recomienda llevar ropa cómoda, flexible y que se abra fácilmente para que no tengas frío.
La duración del contacto piel con piel
No existe ningún límite de tiempo ni de edad para practicar el contacto piel con piel. Puede durar tanto como desees, siempre que tú y tu bebé estéis cómodos en esta posición y él se mantenga estable (o no tenga que volver a la incubadora en el caso de los prematuros). De hecho, la mayoría de las veces serás tú quien tenga que moverse. Si practicas piel con piel en el hospital con un bebé prematuro, cuenta entre 45 minutos y 1 hora aproximadamente.
También es posible practicar el contacto piel con piel varias veces al día según el ritmo y el cansancio de tu hijo. Y si no deseas practicarlo, ¡no pasa nada! Tendrás otras ocasiones para abrazar y tranquilizar a tu bebé.
A partir del momento en que tu bebé esté vestido o fuera de la incubadora (en el caso de los prematuros), puedes prolongar estos momentos de piel con piel después del baño, por ejemplo. También puede ser interesante continuar con esta práctica en casa para facilitar la transición y la adaptación al nuevo entorno y a la nueva vida de tu hijo. 
¿El contacto piel con piel es bueno también para los padres?
¡Claro que sí! El contacto piel con piel también tiene ventajas considerables para vosotros como padres. Además de fortalecer el vínculo de apego con vuestro bebé, el piel con piel os da tiempo y la posibilidad de encontrar vuestro lugar como padres. Refuerza vuestro sentimiento de competencia con vuestro bebé. Vuestra confianza podría aumentar simplemente al observar a vuestro hijo y aprender sobre él.
Si das el pecho, el contacto piel con piel permite aumentar la secreción de oxitocina (que desempeña un papel esencial en la liberación de la leche). También facilita la toma del pecho por parte del bebé (pues está estimulado por la proximidad sensorial con tu pecho).
Para el co-progenitor, el contacto piel con piel justo después del nacimiento es una ocasión para crear una relación durante los primeros momentos de la vida de vuestro recién nacido. Esto también le tranquiliza, ya que acaba de llegar a un entorno completamente nuevo para él.
Para los padres de bebés prematuros, el contacto piel con piel permite atenuar el trauma del nacimiento y del parto. Podréis seguir mejor las semanas de embarazo interrumpido. También podéis recuperar un sentimiento de confianza al observar y tocar a vuestro bebé más de cerca. Por último, el contacto piel con piel se mezcla con momentos de abrazos y ternura tras la separación de la incubadora.
El contacto piel con piel puede resultar suave y reconfortante, beneficioso tanto para los bebés como para los padres. Cada vez se practica más por sus numerosos beneficios y también se recomienda en caso de prematuridad. Así que, si te apetece, ¡no te prives!
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Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.