Durante las primeras semanas de vida, la alimentación y el sueño están estrechamente relacionados. El biberón alimenta a tu bebé mientras lo calma, favoreciendo así su adormecimiento. Sin embargo, si tu hijo se duerme sistemáticamente, esto puede tener consecuencias en su salud bucodental, su confort digestivo y su crecimiento a largo plazo.
¿Qué hacer si tu bebé se queda dormido con el biberón? Hagamos un repaso.
¿Por qué tu bebé se queda dormido con el biberón?
Es posible que tu bebé se duerma con el biberón, sobre todo durante las primeras semanas después del nacimiento. Veamos por qué tu bebé se queda dormido con el biberón, basándonos en sus necesidades de sueño y en la importancia de la succión durante la toma del biberón.
Las necesidades de sueño del recién nacido
Desde la maternidad, el ritmo de sueño de un bebé es muy diferente al de un adulto. Un recién nacido duerme una media de 16 a 20 horas al día, repartidas en numerosos ciclos cortos. Su sueño está interrumpido por periodos de vigilia, a menudo vinculados al hambre o a necesidades de consuelo. Por lo tanto, no es sorprendente que tu bebé alterne entre la toma y el adormecimiento, especialmente durante el biberón.
Los ciclos de sueño del recién nacido duran alrededor de 50 minutos y pasan rápidamente del sueño ligero al sueño profundo. Cuando tu bebé muestra signos de fatiga, es importante respetar su ritmo y permitirle dormirse sin esperar a que esté demasiado agotado. Si la toma del biberón coincide con una fase de somnolencia, es posible que se duerma mientras bebe.
El papel de la succión y la saciedad
La succión es un reflejo innato en tu bebé. Este gesto, además de alimentarlo, le proporciona una sensación de seguridad y tranquilidad. Desde la maternidad, la succión desencadena la secreción de oxitocina, una hormona que favorece la relajación y el sueño, lo que también explica el fuerte vínculo entre la toma y el descanso.
Además, una vez alcanzada la saciedad, el sistema digestivo aún inmaduro de tu bebé se ralentiza y su estómago lleno aumenta la sensación de somnolencia.
Si tu bebé se queda dormido con el biberón, es el resultado de la combinación entre sus necesidades fisiológicas de sueño, sus reflejos naturales y su necesidad de seguridad afectiva durante los primeros meses.
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Mi bebé se queda dormido con el biberón: ¿qué consecuencias tiene en su alimentación?
Cuando un bebé se queda dormido con el biberón, la cantidad de leche realmente ingerida puede variar de una toma a otra. Algunos bebés beben lo justo para calmar el hambre o satisfacer su necesidad de succión antes de dormirse. En este caso, el bebé se duerme sin terminar el biberón, aumentando las probabilidades de despertarse por hambre. Si esto ocurre con frecuencia, es importante vigilar la curva de peso de tu bebé para asegurarte de que crece de manera saludable.
Otros, por el contrario, continúan succionando mientras duermen, lo que puede provocar una sobrealimentación o problemas digestivos como cólicos o regurgitaciones.
Por supuesto, el objetivo no es obligar a tu bebé a terminar el biberón si está profundamente dormido, sino encontrar soluciones si esto ocurre de manera regular.

Consejos para mantener a tu bebé despierto durante el biberón
Existen métodos suaves para animar a tu bebé a permanecer despierto durante la toma. Aquí tienes consejos prácticos para estimular la atención de tu hijo mientras se alimenta.
Adaptar la posición y el entorno
La forma en la que colocas a tu bebé para el biberón y el entorno en el que se alimenta desempeñan un papel clave en la regulación de su ritmo. Para favorecer una buena rutina:
- Elegir una posición semisentada: coloca a tu bebé en tus brazos o en una hamaca inclinada, de modo que esté lo suficientemente despierto para succionar bien, sin estar acostado como para dormir. Esto limita el riesgo de reflujo y de adormecimiento inmediato.
- Evitar el biberón en la cama: para que tu bebé no asocie sistemáticamente la cama con la comida, elige otro lugar cómodo para darle el biberón.
- Respetar su ritmo natural: intenta anticipar los signos de cansancio cuando puedas identificarlos (bostezos, llanto, frotarse los ojos…) para ofrecer el biberón antes de que tu bebé esté demasiado cansado.
La elección del biberón y del flujo de la tetina
El material utilizado también desempeña un papel en la capacidad de tu bebé para mantenerse despierto durante la toma. Aquí tienes algunos puntos a considerar:
En primer lugar, el flujo de la tetina es importante. Un flujo demasiado lento puede cansar a tu bebé y hacer que se duerma durante la toma, mientras que un flujo demasiado rápido aumenta el riesgo de atragantamiento o reflujo. Es esencial elegir una tetina adaptada a su edad y fuerza de succión. Si tu bebé se duerme sistemáticamente con el biberón, puedes probar un flujo ligeramente superior, sin pasarte.
La forma de la tetina también influye en la eficacia de la succión. Una tetina demasiado blanda o, por el contrario, demasiado rígida puede dificultar la succión y cansar a tu bebé. No dudes en probar diferentes modelos para encontrar el que mejor se adapte a su reflejo natural.
La temperatura de la leche también puede influir en el estado de alerta del bebé. Una leche demasiado fría o demasiado caliente puede sorprenderlo o, por el contrario, adormecerlo. Una temperatura templada, similar a la de la leche materna, suele ser la más cómoda y favorece una toma tranquila.
Por último, el peso y la ergonomía del biberón son importantes. Un biberón pesado o difícil de manipular puede incomodar a tu bebé en su postura, lo que puede llevarlo a dormirse más fácilmente. Elige biberones ligeros y fáciles de sujetar.
Ajustando estos parámetros, ayudas a tu hijo a mantenerse activo durante la toma, a gestionar mejor el hambre y a limitar los despertares repentinos o las demandas frecuentes de alimentación. Si aun así tu bebé se duerme con el biberón de forma sistemática, no dudes en consultar a tu médico o pediatra.
Los riesgos para la salud bucodental
Pasados los primeros meses, el principal riesgo asociado a que tu bebé se duerma con el biberón es la aparición de caries. Cuando el bebé se duerme con el biberón, la leche se queda en su boca. Esta acumulación favorece la proliferación de bacterias responsables de las caries, incluso en los primeros dientes.
Una buena higiene bucodental es esencial para prevenir la aparición de caries. El cepillado de los dientes debe comenzar desde la erupción de los primeros dientes de leche, al menos una vez al día al principio, idealmente después de la última comida de la noche. Si tu bebé tiene más de 6 meses y aún necesita succionar por la noche, es preferible ofrecerle un biberón de agua.
Para los bebés cuyos primeros dientes aún no han salido, se recomienda limpiar las encías y la lengua después de la toma para evitar que los residuos de leche se acumulen.
Atención al síndrome del biberón: este riesgo aumenta si se deja sistemáticamente un biberón de leche al niño antes de dormir.
Por último, se aconseja examinar la boca de tu bebé al menos una vez al mes y consultar en cuanto notes el más mínimo cambio. Lo ideal es acudir al dentista desde el primer año de vida y realizar controles una o dos veces al año.
En resumen, es habitual que un bebé se duerma con el biberón debido a su necesidad de sueño y al efecto calmante de la succión. Sin embargo, cuando este adormecimiento se vuelve sistemático, puede tener consecuencias en su salud bucodental, su confort digestivo y su crecimiento. Observar a tu bebé, comprender sus señales y ajustar la posición y el material suele mejorar la situación.
Si a pesar de tus esfuerzos tu bebé sigue quedándose dormido regularmente con el biberón, o si tienes dudas sobre la calidad de su succión, una consulta con su pediatra puede ser útil.
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Créditos de las fotos: Prostock-studio | Image-Source | AnnaStills
Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.