
Dejar llorar al bebé para dormir: métodos, beneficios y límites
No hace tanto tiempo, en una galaxia no tan lejana, nuestras abuelas tenían sus propios métodos caseros para detectar el embarazo, transmitidos de generación en generación.
Claro, están lejos de ser fiables (muy lejos en algunos casos) y preferimos nuestras técnicas actuales, ¡pero al menos tienen el mérito de ser originales!
¿Quieres una respuesta original a LA pregunta? Demos un paseo por los trucos de abuela que se usaban antes de que se perfeccionaran las pruebas de embarazo modernas. No te decepcionará el viaje.
Todas las pruebas de las que hablamos hoy tienen en común que “estudian” la orina (y por lo tanto la hormona beta-hCG —la hormona del embarazo por excelencia— que se encuentra en ella) de la mujer embarazada: es el mismo proceso que nuestras pruebas actuales, ¡pero de una manera un poco-muy alternativa!
Como en muchos de los trucos que siguen, encontrarás fácilmente todos los elementos que necesitas en los armarios de tu cocina. ¿Práctico, no?
Empezamos directamente con el vinagre blanco. Recoge tu primera orina de la mañana en un frasco o vaso y agrégale vinagre blanco. Según algunos, después de unos minutos:
✅ Estás embarazada: si el vinagre cambia de color.
❌ No estás embarazada: si el vinagre no cambia de color.
Ahora pasamos al azúcar: una vez más, toma tu frasco de orina. En un bol, vierte tu orina y agrégale azúcar. ¡Después de unos minutos, la prueba está hecha! Según este truco de abuela, se supone que estás:
✅ Embarazada: si el azúcar se ha aglomerado.
❌ No embarazada: si el azúcar se ha disuelto.
Ya te sabes la canción: recoge tu primera orina de la mañana, luego en otro recipiente, coloca una línea de pasta de dientes. Luego vierte un poco de orina sobre la pasta de dientes y espera unos minutos. Pasado este tiempo, sorpresa sorpresa:
✅ Al parecer estás embarazada: si la pasta de dientes se vuelve azul y/o hace espuma.
❌ Aparentemente no estás embarazada: si el color no cambia.
Mismo procedimiento de siempre: vierte una muestra de tu orina matutina en un recipiente, agrégale una pizca de sal gruesa y espera un rato.
✅ Estás quizás embarazada: si la sal se ha disuelto.
❌ Aparentemente no lo estás: si no ves ningún cambio notable.
¡El bicarbonato de sodio tampoco escapa a los trucos de abuela! Para esta prueba de embarazo casera, solo necesitas un recipiente limpio para recoger tu orina de la mañana y agregarle un poco de bicarbonato de sodio. Es ahí donde ocurre la magia (aunque no haya prueba científica concreta).
✅ Se supone que estás embarazada: si la mezcla burbujea.
❌ Aparentemente no lo estás: si la mezcla no reacciona.
Como nuestras abuelas no carecían de imaginación, existen muchos más, ¡pero aquí nos detenemos!
Y de hecho, como pequeña anécdota: incluso del lado científico, tomó tiempo llegar a las pruebas de embarazo actuales. Fue a principios del siglo XX cuando se identificaron oficialmente las hormonas del embarazo (las beta-hCG).
Para probar si una mujer estaba embarazada o no, se le pedía una muestra de orina que luego se inyectaba en el ovario de una coneja, o en una rana capaz de poner huevos todo el año.
Si unos días después se notaba un cambio en los ovarios de la coneja (tras una disección) o si la rana había puesto huevos, significaba que la mujer estaba embarazada porque se deducía que su orina contenía un alto nivel de beta-hCG.
Pruebas de embarazo caseras: rápidas, económicas, fáciles de entender, fáciles de improvisar… ¡Cómo nos gustaría que fueran 100% fiables!
Desafortunadamente, como muchas recetas de abuela, no hay datos científicos concretos en los que se basen estas pruebas. A veces tendrán razón, otras veces no: en todo caso, una cosa es segura, los resultados están lejos de ser tomados como certezas.
Estas pruebas de embarazo caseras no son fiables. Sin embargo, pueden ayudarte a dar el paso y entrar en tu farmacia para comprar una prueba como es debido.
¿Quieres saber más? No dudes en descargar la aplicación May, donde encontrarás numerosos recursos para acompañarte y guiarte durante todo tu embarazo.
Hoy en día, las dos pruebas de embarazo más fiables son la prueba de orina y el análisis de sangre. La prueba de embarazo urinaria debe ser confirmada con un análisis de sangre.
La prueba de orina
Estas pruebas se encuentran en supermercados, farmacias y parafarmacias y, lamentablemente, no están cubiertas por la Seguridad Social. Idealmente, haz la prueba por la mañana al despertar. La orina está más concentrada, por lo que la prueba detectará mejor la presencia de la hormona del embarazo beta-hCG (hay que reconocer que las recetas de abuela al menos acertaron en esto).
Para utilizar este tipo de pruebas, solo necesitas orinar sobre la tira unos diez segundos (o sumergirla en un vaso donde previamente hayas orinado) y luego interpretar el resultado con la ayuda del prospecto.
Las pruebas de embarazo urinarias se consideran 99% fiables. Sin embargo, ten cuidado de no hacerla demasiado pronto (antes del retraso de la menstruación) para evitar un falso negativo.
El análisis de sangre
La hormona beta-hCG también está presente en la sangre. Por eso, la mayoría de las veces, después de realizar una prueba de orina, los profesionales de salud te prescribirán un análisis de sangre.
Son 100% fiables y están cubiertos por la Seguridad Social con receta médica.
Las pruebas de embarazo caseras de nuestras abuelas son por tanto divertidas de hacer, pero absolutamente nada fiables. Si tienes ganas de probar, ¡adelante! Pero para confirmar tu embarazo, una prueba de orina y/o análisis de sangre son las únicas alternativas verdaderamente fiables.
Si tu prueba es positiva, tal vez quieras saber qué sucede después.
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Foto : ©nodar77, Envato
Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.
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