
Dejar llorar al bebé para dormir: métodos, beneficios y límites
La bolsa amniótica es un verdadero escudo para tu bebé, lo protege de las infecciones externas. Al final del embarazo, puede ocurrir que se fisure. ¿Cómo reconocer una fisura de la bolsa amniótica y qué hacer cuando se ha identificado? May te lo explica.
La fisura de la bolsa amniótica, como su nombre indica, se manifiesta por la salida de líquido amniótico. No va acompañada de otros síntomas. Se diferencia de la rotura completa, que se caracteriza por la pérdida de líquido amniótico en gran cantidad. En el caso de una fisura, la salida es más leve.
La bolsa amniótica se rompe con mayor frecuencia durante el trabajo de parto, bajo el efecto de las contracciones.
La fisura de la bolsa amniótica a veces puede ser difícil de identificar, ya que puede confundirse con las pérdidas vaginales del final del embarazo.
Para reconocerla, es necesario prestar atención al aspecto de las pérdidas: el líquido amniótico se parece al agua. No tiene olor ni color. El flujo no es necesariamente continuo, pero no se puede retener y no se detendrá hasta que nazca el bebé.
La cantidad de flujo es variable: puede ser un goteo o una pérdida más o menos abundante. El flujo puede aumentar cuando te mueves o cuando el bebé se mueve. Puedes sentir entonces una sensación constante de humedad en la ropa interior.
Otras pérdidas que puedes tener al final del embarazo presentan características diferentes. Por ejemplo:
Ante la menor duda, no dudes en consultar a tu matrona o acudir a urgencias de maternidad.
¿Quieres saber más? No dudes en descargar la aplicación May, donde encontrarás numerosos recursos para acompañarte y guiarte durante todo tu embarazo.
Puede ocurrir que la bolsa amniótica se fisure de forma prematura durante el embarazo; el riesgo es un parto prematuro, especialmente debido a una infección (principalmente por estreptococo B), causada por una bacteria que generalmente se encuentra en la flora intestinal o vaginal. El bebé, al ya no estar protegido del exterior por la bolsa amniótica, puede entonces contaminarse.
A término (a partir de la semana 37), si la bolsa se ha roto pero no hay contracciones, será necesario inducir el parto para evitar cualquier riesgo de infección.
Si sospechas una fisura de la bolsa, dirígete a urgencias de maternidad.
Si estás antes de la semana 37, si el líquido es verde y/o si el trabajo de parto ya ha comenzado, ¡ve a la maternidad sin demora!
Un líquido verde es líquido meconial. El meconio es la primera caca del bebé. Habitualmente se expulsa después del parto, pero también puede expulsarse en el líquido amniótico antes o durante el nacimiento. Esto requiere una vigilancia estrecha del feto para verificar que está bien.
En cambio, si estás después de la semana 37, no hay tanta prisa: se recomienda acudir a la maternidad en un plazo de una a dos horas.
Se realizará un examen para verificar si se trata de líquido amniótico, y la atención dependerá del término en el que te encuentres y de tu situación general.
Si estás a término, te quedarás en el hospital hasta que comience el trabajo de parto, ya sea de forma espontánea o inducida si tarda demasiado. Si la fisura de la bolsa amniótica representa una amenaza de parto prematuro, el equipo analizará la situación para decidir el mejor curso de acción para proteger a tu bebé y a ti misma.
Sí, una fisura de la bolsa amniótica requiere acudir a la maternidad, ya que tu bebé ha perdido su escudo protector y ¡el parto se aproxima! Si efectivamente se trata de una fisura, es muy probable que debas ser hospitalizada, sea cual sea el término de tu embarazo.
En los casos, muy raros, en que la membrana se abre mucho antes del término del embarazo, la madre y el niño son vigilados de cerca, se administran antibióticos con el objetivo de que el bebé permanezca dentro el mayor tiempo posible.
Aunque suene repetitivo: acude a urgencias de maternidad tan pronto como pienses que hay una fisura de la bolsa amniótica, incluso si tienes dudas. Más vale prevenir que curar.
Recordatorio: es muy útil conocer la diferencia entre la fisura de la bolsa amniótica, las pérdidas vaginales y las pérdidas de orina, como explicamos anteriormente.
Como habrás entendido, la rotura de la bolsa amniótica, incluso si es solo una fisura, ¡es un gran acontecimiento! Esperamos haberte aclarado sobre este tema para que sepas cómo reaccionar en consecuencia.
**
Foto: Envato
Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.
Estos recursos podrían interesarte
Dejar llorar al bebé para dormir: métodos, beneficios y límites