
El sueño es un elemento esencial para el buen desarrollo de tu bebé. Por eso es natural que tengas preguntas sobre las mejores prácticas a seguir. ¿Se puede hacer dormir a un recién nacido en la cama? ¿Cuáles son los riesgos? ¿Existen alternativas? Hacer dormir a un recién nacido en la cama: hagamos un repaso.
Hacer dormir a un recién nacido en la cama: ¿de qué hablamos?
Las preguntas sobre el sueño del recién nacido son tantas que a veces se confunden ciertos términos o prácticas. Repasemos juntos las diferencias entre colecho y compartir la cama.
Colecho y compartir la cama: definición
Cuando se trata de compartir el mismo espacio para dormir con tu bebé, distinguimos principalmente dos conceptos: el colecho y el compartir la cama. El colecho es la práctica de hacer que el bebé duerma en tu habitación pero en su propia cuna (es decir, fuera de la cama de los padres). Esto permite tener al bebé cerca, pero ofreciéndole su propio espacio seguro para dormir. Es una práctica recomendada por la OMS hasta los 6 meses de edad, ya que reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Compartir la cama, en cambio, consiste en dormir en la misma cama que el bebé y no está recomendado.
¿Por qué no se recomienda compartir la cama?
Compartir la cama o dormir en la misma cama que el bebé no está recomendado debido a los graves riesgos que implica: caídas y el peligro principal de la muerte súbita del lactante, generalmente por asfixia. Es, por tanto, una práctica desaconsejada. De hecho, se recomienda hacer que el bebé duerma en un entorno seguro, con un colchón firme, sin almohadas, edredones ni peluches. La cama de los padres no ofrece estas condiciones y además presenta el riesgo de movimientos involuntarios mientras duermes.
Los riesgos de compartir la cama
Hacer dormir a un recién nacido en la cama de los padres, incluso para una siesta o en los primeros meses, nunca está libre de riesgos. Como hemos dicho, los principales peligros identificados por los profesionales de la salud son:
- Asfixia: el bebé puede quedar cubierto por un edredón, rodar contra un padre o quedar atrapado entre el colchón y la pared.
- Caídas: un recién nacido puede rodar y caer de la cama fácilmente, incluso si aún no sabe moverse por sí mismo.
- Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL): compartir la cama aumenta el riesgo de muerte súbita, sobre todo si no se respetan estrictamente las normas de seguridad.
Recordatorio: la OMS recomienda priorizar la cercanía segura, es decir, que el bebé duerma en tu habitación pero en su propia cama (colecho) hasta los 6 meses.
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Seguridad del sueño del bebé: precauciones para hacer dormir a un recién nacido en la cama
Como hemos visto, compartir la cama (hacer dormir a un recién nacido en la cama) está fuertemente desaconsejado por las autoridades sanitarias. Sin embargo, si no tienes otra opción y de manera excepcional, puedes hacer dormir a tu bebé en tu cama siguiendo algunas medidas de seguridad. Aquí tienes las principales recomendaciones para intentar garantizar la seguridad del bebé en la cama de los padres:
- Posición del bebé: siempre acuesta al bebé boca arriba.
- Elección del colchón: debe ser firme, plano y ajustarse perfectamente al marco de la cama para evitar huecos donde el bebé pueda hundirse o quedar atrapado.
- Edredones, almohadas y objetos blandos: retira todos los edredones, almohadas o cojines. Un entorno despejado reduce considerablemente el riesgo de asfixia.
- Entorno de sueño saludable: idealmente, mantén la temperatura de la habitación entre 18 °C y 20 °C, evita el tabaco, el alcohol y los medicamentos que reduzcan la alerta. Nunca hagas dormir a tu bebé en la cama si estás muy cansado/a, especialmente después de una celebración o de consumir sustancias que disminuyan tu atención.
- Ubicación del bebé en la cama: coloca siempre al bebé junto a la pared o una barrera de seguridad, nunca entre los dos padres, para reducir el riesgo de caídas o aplastamiento.
- Uso de saco de dormir: elige un saco de dormir en lugar de mantas para mantener al bebé abrigado.
- Asegúrate de que la cama esté fuera del alcance de mascotas o niños pequeños.
Colecho: una alternativa a la cama de los padres
El colecho se presenta hoy como una solución ideal si quieres disfrutar de la cercanía con tu bebé por la noche sin exponerlo a los riesgos de compartir la cama. Recordemos que el colecho consiste en colocar al bebé en una cuna especial, unida a la cama pero separada del colchón de los padres por una barrera o un sistema de apertura segura. Esta cuna de colecho funciona como una extensión de tu cama: te permite tener al bebé a mano y al mismo tiempo ofrecerle un espacio de descanso separado y adaptado a sus necesidades.
¿Cómo hacer la transición del colecho a la habitación del bebé?
Ya llevas algunos meses compartiendo habitación con tu bebé y ahora quieres que pase a su propia habitación? Aquí tienes algunos consejos para que la transición sea suave.
Establecer una rutina relajante
El paso del colecho a la habitación del bebé es una etapa que puede requerir cierta adaptación tanto para ti como para tu recién nacido. Para ayudarle a acostumbrarse a su nuevo espacio de descanso, te recomendamos crear una rutina calmada y constante, para que pueda anticipar la hora de dormir y el desarrollo de la noche. Algunas ideas para incluir en la rutina: baño, cuento, abrazo, canción suave, colocarlo en el saco de dormir. Esto ayuda al bebé a anticipar el momento en que dormirá en su propia cama. Para facilitar la transición, puedes empezar con las siestas en su habitación y después pasar progresivamente a las noches. Déjale un objeto con el olor de la habitación de los padres, como su peluche, para que se sienta seguro. Además, pasa tiempo con tu bebé en su habitación (juegos, cambios, lectura) para que asocie este espacio con momentos agradables y no con la separación.
¿Cómo reaccionar ante el llanto?
El cambio de entorno puede hacer que tu bebé llore o se despierte más a menudo que cuando dormía en la misma habitación que tú. Es una reacción normal: está descubriendo un nuevo espacio. Para acompañar a tu bebé en esta transición:
- Reasúralo: entra tranquilamente en la habitación, háblale suavemente, acaricia su cara o tómalo en brazos unos instantes si es necesario, y luego vuelve a colocarlo en la cuna.
- Mantén la coherencia: si llora por la noche, intenta calmarlo en su habitación en lugar de llevarlo a tu cama, para no confundir sus hábitos.
- Sigue firme: la constancia y la paciencia son esenciales. Algunos bebés se adaptan en pocos días, otros necesitan más tiempo. Confía en ti y adapta el ritmo según las reacciones de tu hijo.
Hacer dormir a un recién nacido en la cama (compartir la cama) es, por tanto, una práctica fuertemente desaconsejada debido a los riesgos a los que se expone al bebé. Si quieres que tu hijo duerma en tu habitación, te recomendamos optar por el colecho. Si tienes preguntas al respecto, consulta con tu médico, pediatra o uno de nuestros profesionales de la salud a través de la aplicación May. ** Créditos de las fotos: seventyfourimages | nastuffa | Pressmaster | Anna_Om | AnnaStills Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.