Encontrar a tu bebé feo

Escrito por Sonia Monot
Revisado por Équipe May
Publié le 26 febrero 2024
La rutina del bebé
Desarollo del bebé
6 minutos

Compartir el artículo

En los años 40, un investigador austriaco (Konrad Lorenz) desarrolló una teoría según la cual las proporciones de un bebé lo hacen necesariamente adorable: ojos grandes y redondos, cejas altas, cara regordeta, nariz y boca pequeñas… Pero sucede que algunos padres encuentran a su bebé un poco feo, poco agraciado o, digámoslo claramente, feo.

Encontrar a tu bebé feo: rompamos el tabú y hablemos claro.

¿Por qué se puede encontrar feo a un bebé al nacer?

Los padres suelen esperar con ansias el momento de conocer a su bebé por primera vez, mirándose a los ojos… Pero a veces, cuando lo miras por primera vez justo después de nacer, puede que notes algo raro: un rasgo poco agraciado, una cabeza deforme o extraña, en fin, algo en su aspecto que te desconcierta.
O al menos, esa es tu primera impresión. Hay que empezar diciendo que, al nacer, tu bebé no necesariamente está en su máximo esplendor de ternura. Aquí te explicamos qué puede sorprenderte al conocerlo.

El vernix caseosa

Justo después del nacimiento, los bebés pueden estar cubiertos por una crema blanquecina. Es el vernix caseosa. Tiene varias funciones, entre ellas:

  • proteger la piel del feto durante el embarazo,
  • lubricar la piel para facilitar su expulsión durante el parto.

Cuanto más cercano esté el bebé al término, menor será la cantidad de vernix. Tranquilo: el vernix será absorbido por la piel del bebé en unas pocas horas. Así que prepárate para que te coloquen un bebé no tan rosado, sino más bien cubierto de blanco.

Una cabeza algo deformada

En los partos vaginales, especialmente si se han utilizado instrumentos para facilitar la salida, es posible que el paso por el canal de parto deforme un poco la cabeza del bebé, que puede nacer con la cabeza algo alargada o con un bulto. No te preocupes, el cráneo recuperará su forma redondeada en unas pocas horas.

Una carita hinchada

No es raro que los recién nacidos, que han hecho reservas de grasa y agua antes del nacimiento, lleguen algo hinchados como un boxeador después de una pelea. Estos edemas disminuyen rápidamente durante los primeros días.

Un bebé que no está limpio

Además de lo que ya hemos mencionado, tu bebé no estará en su mejor estado de limpieza el día que nazca. Probablemente aún tenga algunos “restos” de su vida intrauterina en la piel o en el pelo, como sustancias diversas (sangre, líquido amniótico, coágulos, meconio…).
Como ves, el día de su nacimiento, tu bebé quizás no luzca de la mejor manera, pero esto es completamente normal y se resolverá pronto.

¿Es posible encontrar feo a tu propio bebé?

El encuentro con el bebé está muy idealizado durante el embarazo. Y luego llega la realidad. En ese momento de transición entre fantasía y realidad, no todos los padres viven lo mismo. Puede haber una diferencia entre la imagen que te habías hecho de tu futuro hijo y lo que ves el día del nacimiento. Se llama el encuentro entre el hijo real y el hijo imaginario y puede traer sorpresas, incluso decepciones, como encontrarlo “feo”.
Por ejemplo, podías imaginarlo con los hermosos ojos azules de su mamá o la nariz recta de su abuelo, y resulta que tiene las orejas grandes de su papá. Aunque es cierto que un bebé suele parecerse a sus padres, no necesariamente tendrá solo los rasgos que habías imaginado.

La diferencia entre lo imaginado y lo real puede dificultar tu primer encuentro con tu bebé. Es necesario aprender a soltar, aceptar alejarse un poco del ideal esperado. Es completamente posible encontrar feo a tu bebé y, por ello, tener dificultades para crear un vínculo de inmediato. No pasa nada. El vínculo se construye poco a poco.

Conclusión: no te alarmes si no quedas deslumbrado por su belleza. Date tiempo.

¿Encontrar feo a mi bebé me convierte en un mal padre?

¡No, no y no! Como hemos visto, encontrar feo a tu bebé puede pasar. Eso no te convierte en un mal padre o madre. Existe el mito de que la parentalidad siempre es perfecta, incluida la apariencia del bebé.
Pero no, la ambivalencia (estar dividido entre sentimientos opuestos, como amar a tu hijo pero encontrarlo feo) es un sentimiento normal. Tener pensamientos negativos sobre el físico de tu hijo no te hace una mala persona. Nadie te pide que te enamores a primera vista. Tener un hijo es una situación nueva, que requiere tiempo para adaptarse.

Además, no eres el primero o la primera que pasa por esto. No dudes en hablar de ello, porque el hecho de convertirlo en un tabú puede hacerte creer que estos pensamientos no son normales o que son vergonzosos.

Está claro que no siempre es fácil hablarlo: socialmente se espera que los nuevos padres sientan una plenitud absoluta y un amor materno/paterno “innato”. No sentir este apego de inmediato puede generar culpa, pero no tienes nada de qué avergonzarte.

Y ampliemos la perspectiva sobre esta cuestión del buen o mal padre… Tu hijo no necesita un padre o una madre perfectos. La búsqueda de la perfección está por todas partes y nos lleva a ocultar nuestros pensamientos “innombrables” (como encontrar feo a nuestro bebé).

No te fuerces a ser perfecto/a. Al contrario, acepta los pensamientos negativos, tus frustraciones… El objetivo es dejar de luchar contra ellos y aceptarlos hasta que desaparezcan.

Como en cualquier otra relación social, el vínculo madre-hijo o padre-hijo se construye. No olvidemos que la parentalidad es un proceso, es decir, algo que se construye con el tiempo.

¿Quieres saber más? No dudes en descargar la aplicación May, donde encontrarás numerosos recursos para acompañarte y guiarte a lo largo de tu vida como padre o madre primerizo(a).

¿Cómo reaccionar si encuentras feo a tu bebé?

Hay que reconocerlo: no existe un manual para esto. Encontrar feo a tu bebé, aceptarlo y luego crear poco a poco un vínculo con él: no hay receta mágica salvo no sentirse culpable y buscar apoyo.
Aquí tienes algunos consejos para sobrellevarlo mejor:

Consulta a profesionales de la salud: matronas, pediatras, enfermeras, psicólogos… Apóyate en el/la profesional que te haga bien, que te ayude a responder tus dudas y con quien no tengas miedo de expresar lo que sientes.

En el chat o en teleconsulta, no dudes en contactar con nuestros profesionales que podrán escucharte y aconsejarte para adaptarte a tu nueva vida como padre o madre.

Busca apoyo en tus seres queridos: no tengas miedo de pedir ayuda o un oído que te escuche. Padres, amigos, hermanos, vecinos… cualquier persona dispuesta a escucharte sin juzgarte.

Lee testimonios o libros sobre el tema: ya lo dijimos, no serías el primero o la primera en encontrar feo a tu bebé. Busca testimonios en libros sobre el posparto o en redes sociales… Pero elige bien: céntrate en aquellos que te apoyen (¡y te hagan reír!).

Escucha podcasts como Bliss o Hello Mamas: lo mismo que el punto anterior, pero en formato audio. Escuchar estas palabras puede ayudarte a liberar las tuyas y sentirte menos solo/a.

Descansa: la maternidad o paternidad es agotadora. La falta de sueño afecta nuestras capacidades cognitivas y emocionales, y puede hacernos verlo todo más negro. No dudes en confiar el cuidado de tu bebé a alguien de confianza durante unas horas si lo necesitas.

Habla con tu bebé: es cierto que aún no podrá responderte, pero percibirá tu intención. Puedes explicarle lo que sientes. Puedes abrazarlo mientras le cuentas tus dificultades. Todo esto ayudará a crear vuestro vínculo especial y aliviar tensiones.

¿Cómo gestionar los comentarios sobre el aspecto físico de tu bebé?

Cuando te conviertes en padre o madre, es muy común enfrentarte a comentarios… más o menos bienintencionados. Todo el mundo da su opinión. Y más aún cuando se trata del aspecto físico. Amigos, familia, conocidos o completos desconocidos… todos estos comentarios pueden acabar afectándote. Veámoslo más de cerca.

Dentro de la pareja

Sí, nos gustaría poder decir que los padres siempre están unidos en todo, pero a veces el/la co-papá/mamá no tiene los mismos criterios de belleza que tú. Y es perfectamente normal, ya que sois dos personas diferentes. Cada uno debe intentar expresar sus emociones o su decepción y compartirlas con el otro.
No siempre es fácil, lo sabemos. Para que ambos se sientan escuchados y comprendidos, abran el diálogo. Deja que tu pareja exprese sus sentimientos y luego comparte los tuyos. El objetivo: poner palabras a lo que cada uno siente y encontrar apoyo dentro de la pareja.

Fuera de la pareja

Las críticas a las que puedes enfrentarte pueden irritarte mucho y aumentar tu sentimiento de culpa y tu falta de confianza en ti mismo/a. Incluso puede que sientas que podrías explotar. Pocas cosas son tan sensibles como este tema… Puedes reaccionar de varias maneras:
➡️Explicar tus sentimientos: si tienes ganas y/o energía, no dudes en explicar tranquilamente a la persona que no quieres oír ciertos comentarios sobre el aspecto de tu bebé porque te duelen, son desagradables y no son buenos para tu hijo (aunque no entienda las palabras, puede percibir la tensión).

➡️Hacer como si nada: a veces sabes que el diálogo no servirá de nada o simplemente no tienes ganas ni energía de explicar lo que sientes. Entonces puedes fingir indiferencia o no decir nada. No es cobardía: con algunas personas no se puede razonar y, ignorarlas, puede ayudarte a pasar el mal rato más rápido.

➡️Apelar al respeto mutuo: parecido al primer punto, pero aquí haciendo hincapié en el respeto. ¿Le gustaría a esa persona que criticaran su físico? Probablemente no. Entonces hazle entender que contigo es igual. No quieres escuchar comentarios sobre el físico de tu hijo.

➡️Refugiarte con personas que te quieren bien: ¿por qué no hacer una pausa con amigos o familiares en quienes confíes plenamente?

➡️No comparar: cada niño es único, especialmente físicamente. Compararlos solo genera rivalidades o tensiones innecesarias.

➡️Usar el humor: requiere algo de autocrítica y confianza. ¿Un comentario desagradable sobre tu bebé “feo”? Responde con humor, exagera, como un/a Cyrano de Bergerac moderno (“¡Es una colina, una montaña!”). Seguro que desconcertarás a tu interlocutor/a.

Encontrar feo a tu bebé pasa y no es grave. Deja a un lado la culpa: el vínculo se construye, lenta pero seguramente. Es normal sentirse desestabilizado/a, así que no dudes en apoyarte en tus seres queridos o en un/a profesional.

**

Foto: marowl

Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.

Notre astuce
  • La naissance d'un bébé peut parfois susciter des réactions inattendues chez les parents, qui peuvent être confrontés à des sentiments de surprise, voire de déception, face à l'apparence de leur nouveau-né.
  • Il est important de comprendre que la perception de la beauté est subjective et que, les premiers jours après l'accouchement, votre bébé peut avoir une apparence peu conventionnelle.
  • Il est essentiel de reconnaître et d'accepter ces réactions sans culpabilité, car elles ne définissent pas la qualité de votre amour parental.
  • Trouver son bébé "moche" ne fait pas de vous un mauvais parent, cela reflète la diversité des réactions humaines face à un événement aussi significatif et la nécessité de prendre le temps de s’adapter.
  • L'acceptation, la bienveillance envers soi-même et le soutien de l'entourage sont des éléments clés pour surmonter ces défis initiaux et construire un lien fort et aimant avec votre enfant.

Estos recursos podrían interesarte