Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?

Escrito por Sonia Monot
Revisado por Équipe May
Publié le 14 febrero 2025
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6 minutos

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Existen muchas ideas preconcebidas sobre la sexualidad durante el embarazo. Por supuesto, tu estado puede requerir algunos ajustes o precauciones con respecto a lo habitual, pero debes saber que es perfectamente posible mantener una vida sexual plena incluso estando embarazada.

Con la llegada del Día de San Valentín, desmontemos las ideas preconcebidas sobre la sexualidad durante el embarazo.

¿Cómo afecta el embarazo a la sexualidad?

Al igual que otros momentos importantes de tu vida, el embarazo puede influir en tu sexualidad, tanto en solitario como en pareja, y más ampliamente, en la intimidad de la pareja.

Durante el embarazo, tu cuerpo pone en marcha un complejo juego hormonal y algunas hormonas pueden afectar el deseo sexual, como por ejemplo la oxitocina (especialmente al final del embarazo y durante el parto), conocida como “la hormona del placer y del amor”. El resultado: el deseo sexual puede aumentar.

Por el contrario, el embarazo también trae consigo fatiga, molestias desagradables como náuseas, dolores de espalda, sensibilidad en los senos, estrés, ansiedad… lo que puede frenar —y es completamente comprensible— el deseo sexual.

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El deseo sexual según los trimestres del embarazo

Por supuesto, no existe una regla universal. Primero, porque cada mujer tiene una sexualidad diferente. Segundo, porque cada mujer embarazada vive su embarazo de una forma única. Por lo tanto, es imposible generalizar. No obstante, dado que los síntomas del embarazo pueden influir en el deseo sexual, aquí te explicamos cómo puede evolucionar tu sexualidad según los trimestres del embarazo.

Primer trimestre

Tendemos a asociar el primer trimestre con la aparición de los primeros síntomas del embarazo, como:

  • náuseas,
  • mayor necesidad de orinar,
  • fatiga,
  • dolores o molestias,
  • problemas digestivos,
  • aumento o pérdida de peso,
  • acné,
  • cambios de humor,
  • falta de aire,
  • cambios en el gusto o en la sensibilidad (por ejemplo, a ciertos olores)…

Muy variables de una mujer a otra (a veces totalmente inexistentes, y ojalá sea tu caso), estos síntomas, cuando son importantes, pueden afectar tu libido.

Segundo trimestre

Generalmente, durante el segundo trimestre, las molestias del embarazo disminuyen: tu cuerpo se adapta a las fluctuaciones hormonales, que tienden a estabilizarse. Así que no sería raro que recuperes un mayor deseo sexual.
Cada mujer vive su embarazo y su sexualidad de manera diferente. Si tu libido no aumenta en el segundo trimestre, o simplemente no tienes ganas de mantener relaciones sexuales, no te fuerces. Lo recordamos: no hay ninguna obligación de tener relaciones sexuales durante el embarazo (¡ni en ningún otro momento!). Así que escúchate, haz lo que te apetezca y respeta tu cuerpo.

Tercer trimestre

Una vez más, tus deseos en el tercer trimestre pueden variar mucho. Se trata, otra vez, de un periodo de cambios físicos y hormonales que pueden afectar tu libido.
Es posible que el aumento del tamaño de tu vientre dificulte las relaciones sexuales (física o psicológicamente), que te desaconsejen mantener relaciones debido a ciertas patologías del embarazoO, por el contrario, que los cambios hormonales aumenten tu deseo sexual. Recuerda: los niveles de oxitocina aumentan considerablemente al final del embarazo y durante el parto, lo que puede darte más ganas de hacer el amor.

Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?

Embarazo y sexualidad: ¿y tu pareja?

También hay que tener en cuenta que el embarazo puede afectar la sexualidad de tu pareja, ya que, aunque no sufra los cambios hormonales y corporales del embarazo, también puede estar estresado/a, cansado/a o tener miedo de no saber cómo actuar. Por eso es importante comunicarse lo máximo posible en pareja.
Como ves, en materia de sexualidad, no hay normas fijas; depende de cada mujer embarazada. Algunas tendrán un apetito sexual mayor de lo habitual, mientras que otras ni siquiera pensarán en ello. Todo juicio o presión sobre este tema está totalmente fuera de lugar. Excepto una: escúchate.

Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?

¿Cuáles son los beneficios de la sexualidad durante el embarazo?

¿Lo sabías? El sexo tiene muchos beneficios durante el embarazo. Hagamos un repaso.

Las hormonas

Una relación sexual puede desencadenar un auténtico cóctel de bienestar en tu cuerpo, liberando hormonas como: la oxitocina (hormona del amor y del apego que provoca felicidad y calma), las endorfinas (hormonas que calman los nervios, el dolor y favorecen el sueño) y la serotonina (hormona del buen humor y antiestrés).

El corazón

Durante la excitación sexual, la presión arterial y la frecuencia cardíaca aumentan, lo cual es excelente para el corazón. La excitación y los cambios fisiológicos que provoca entrenan tu corazón para pasar del reposo a la actividad. Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?

¿Es seguro tener relaciones sexuales durante el embarazo?

Circulan muchos mitos sobre las relaciones sexuales durante el embarazo. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, las relaciones sexuales, siempre que sean adecuadas para el embarazo (sin prácticas extremas o peligrosas), no suponen ningún riesgo (e incluso son muy beneficiosas, como hemos visto antes) para la mujer embarazada.

¿Se permiten las relaciones sexuales con penetración durante el embarazo?

Salvo contraindicaciones médicas, no hay ninguna prohibición de mantener relaciones sexuales con penetración durante el embarazo si te apetece.
Tu bebé está bien protegido en el útero y en el saco amniótico. Por tanto, no hay riesgo de que tu pareja toque o dañe a tu bebé. Usar un sex toy tampoco supone problema alguno.

Importante: durante el embarazo, la penetración no debe ser dolorosa. El dolor es la señal de alarma de tu cuerpo, así que presta atención y escúchate.

¿Existen riesgos con el sexo durante el embarazo?

Como hemos dicho, en la gran mayoría de los casos, una relación sexual durante el embarazo no supone ningún peligro para ti ni para tu bebé. No obstante,pueden existir contraindicaciones médicas, que te indicará tu matrona, ginecólogo/a o médico. Estas son algunas situaciones en las que la penetración suele desaconsejarse:

  • Placenta previa: el placenta previa ocurre cuando la placenta está situada sobre el cuello uterino. La penetración puede provocar sangrados o riesgo de desprendimiento placentario.
  • Sangrados durante las relaciones: pueden ser leves, pero siempre conviene consultar a tu profesional de salud para asegurarte de que todo va bien.
  • Rotura prematura de membranas: si existe riesgo de parto prematuro, el personal sanitario te aconsejará suspender la actividad sexual.

En resumen: tranquila, salvo que tu médico te indique lo contrario, no es el fin de tu vida sexual. Y recuerda… ¡también puedes tener una sexualidad muy satisfactoria sin penetración!

¿Quieres saber más? No dudes en descargar la aplicación May, donde encontrarás numerosos recursos para acompañarte y guiarte durante todo tu embarazo.

¿Pueden las relaciones sexuales inducir el parto?

¡No! Es cierto que el semen contiene prostaglandinas que ayudan, al final del embarazo, a madurar el cuello uterino. Por eso se habla del famoso “método italiano”. Sin embargo, tener relaciones sexuales con eyaculación no tiene efecto sobre la fecha del parto y no desencadena el trabajo de parto.
Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?

Sexualidad durante el embarazo: consejos prácticos

Ahora que hemos hablado de los beneficios del sexo durante el embarazo, aquí tienes algunos consejos prácticos.

¿Qué posiciones sexuales son recomendables durante el embarazo?

Una vez más, no hay normas, salvo escucharte: mientras no sientas dolor y te sientas bien, ¡adelante!
Como ya hemos dicho, tu pareja no puede tocar la cabeza del bebé durante las relaciones sexuales, independientemente de la posición. Tu bebé está protegido por un escudo eficaz: la bolsa amniótica, llena de líquido amniótico.

La única recomendación es evitar posiciones demasiado acrobáticas que puedan suponer un riesgo de caída para la futura madre.

Preservativos durante el embarazo

El preservativo es un método anticonceptivo que no solo previene el embarazo. También protege contra las infecciones de transmisión sexual (ITS). Por lo tanto, según tu situación y la de tu(s) pareja(s), el uso del preservativo está altamente recomendado durante el embarazo (especialmente si tienes varias parejas sexuales). Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?

Aceptar tu nuevo cuerpo durante el embarazo

Durante el embarazo, tu cuerpo cambiará de forma increíble. Algunos de estos cambios pueden influir en tu relación con la sexualidad, como por ejemplo:

  • Tu vientre que crece.
  • Tus pechos que aumentan de tamaño y se vuelven más sensibles.
  • La aparición de calostro al final del embarazo.
  • Las hemorroides.
  • Las estrías.
  • Un aumento de secreciones vaginales.
  • Hinchazón de la vulva y mayor sensibilidad del clítoris, la vagina y los labios…

Cada mujer embarazada experimenta síntomas únicos y los vive de forma distinta: algunas se sentirán más atractivas que nunca, mientras que otras no se sentirán cómodas con su nuevo cuerpo.

Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?

¿Cómo afrontar todos estos cambios?

En su masterclass “Sexualidad y embarazo”, disponible en la aplicación May, la sexóloga Camille Bataillon ofrece muchos consejos, entre ellos:

  • Habla con tu pareja y buscad soluciones juntos: ¿por qué no reinventar vuestra sexualidad en pareja (posiciones, juguetes, lugares, sexualidad sin penetración…)?
  • Acepta los altibajos emocionales: según el día, el mes o el trimestre, te sentirás diferente, ¡y eso es completamente normal!

En caso de dificultad, puedes adoptar estos buenos hábitos:

  • Habla con alguien de confianza y/o con un profesional de la salud. El chat May fue creado precisamente para hablar sin tabúes. Puedes contactar con nuestras matronas los 7 días de la semana de 8 a 22 horas si lo necesitas.
  • No te aísles: lee testimonios y/o conecta con personas que hayan sentido las mismas emociones que tú.

Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?

La sexualidad después del parto

La sexualidad en el postparto es una experiencia única para cada pareja y debe vivirse sin presión. Avanza a tu ritmo y según tus deseos, ya que el cansancio y la llegada del bebé también pueden influir en tu libido. Una vez más: prioriza la comunicación con tu pareja para que ambos podáis expresar vuestras necesidades y posibles temores.
Importante: tu cuerpo necesita tiempo para recuperarse completamente del parto. Por lo tanto, no dudes en utilizar lubricante en caso de sequedad y dedicar tiempo a recuperar tu imagen corporal. La reeducación del suelo pélvico, altamente recomendada incluso sin complicaciones, también puede ser clave para evitar molestias en la reanudación de las relaciones sexuales.

Si tuviste complicaciones durante el parto, como el uso de instrumentos quirúrgicos o una intervención quirúrgica, es posible que tu profesional sanitario te recomiende esperar a que tu cuerpo se recupere antes de retomar las relaciones íntimas (especialmente las que impliquen penetración). No dudes en preguntar a tu médico o matrona cualquier duda que tengas.

¡Pssst! Para saber más sobre este tema, no dudes en escuchar la masterclass “La sexualidad después de tener un hijo”, también disponible en nuestra aplicación.

Como ves, la sexualidad durante el embarazo es una experiencia única para cada mujer/pareja. Lo importante es escucharte y comunicarte tanto como sea necesario con tu pareja. Y, por supuesto, si lo necesitas, consulta a tu médico o matrona o contacta con uno de nuestros profesionales de la salud a través del chat de la aplicación.

Embarazo y sexualidad: ¿qué cambios?
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Créditos de las fotos: sianstock | Deliriss | nd3000 | Tonefotografia | wirestock | vanenunes | macniak | seventyfourimages | DC_Studio

Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.


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