Parto: ¿cómo saber si mi cuello del utero está dilatado?

Escrito por Sonia Monot
Revisado por Léa Kourganoff
Actualizado el 6 octubre 2025
Preparación para el parto
7 minutos

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Durante el embarazo, el bebé se encuentra en la cavidad uterina, cerrada por el cuello del útero, el cual está sellado por el tapón mucoso que impide la entrada de bacterias. Durante el trabajo de parto, el cuello se abrirá progresivamente para permitir el paso del bebé; a esto se le llama la dilatación del cuello. Sin embargo, algunos cuellos comienzan a modificarse mucho antes del inicio del trabajo de parto.

¡Te ayudamos a entenderlo mejor!

¿En qué momento del embarazo suele empezar a abrirse el cuello del útero?

Normalmente, el cuello se modifica poco antes del último mes de embarazo (excepto en caso de contracciones prematuras, en cuyo caso se hablará de amenaza de parto prematuro).

Durante el último mes de embarazo, el cuello puede comenzar a modificarse bajo el efecto de las hormonas y de las posibles contracciones. Se ablanda, pierde longitud y se abre ligeramente (puede pasar un dedo, o incluso dos).

Sin embargo, en otras mujeres, el cuello no se modificará en absoluto antes del inicio del trabajo de parto.

Las madres que ya han dado a luz al menos una vez suelen tener un cuello modificado al final del embarazo.

Como puedes ver, como en muchas cosas relacionadas con el embarazo, no hay una regla absoluta.

Solo en los días (u horas, según el caso) que preceden al parto el cuello comenzará realmente a abrirse gracias a las contracciones: se ablanda, se acorta y finalmente se abre unos 10 cm el día del parto (esto se llama dilatación completa).

¿Cuáles son los signos que generalmente acompañan la apertura del cuello?

Es difícil darse cuenta por sí misma de si el cuello se está abriendo, tanto durante el embarazo como en las primeras horas del trabajo de parto, ya que la dilatación en sí no produce sensaciones particulares.

En cambio, como la apertura del cuello ocurre sobre todo durante el trabajo de parto, es posible observar ciertos signos de trabajo de parto.

El trabajo de parto es precisamente el período que marca el inicio de las contracciones hasta la salida de la placenta. Es una prueba física intensa para el cuerpo que se acompaña de:

Contracciones de trabajo: regulares (en frecuencia, duración e intensidad), se vuelven más frecuentes y más intensas. Abarcan todo el abdomen y pueden irradiar hacia la espalda. Atención a no confundirlas con las contracciones de Braxton-Hicks (irregulares, indoloras y que desaparecen por sí solas). Como hemos visto, son las contracciones de trabajo las que permiten que el cuello se abra.

contracción de braxton-hicks

Ruptura de la bolsa amniótica: una ruptura completa (mucho líquido que sale entre las piernas) o una fisura (flujo leve). Cuando la bolsa se rompe antes del trabajo de parto, es común que aparezcan contracciones en las horas siguientes. ¿Por qué? El líquido amniótico contiene prostaglandinas, hormonas que favorecen la aparición de contracciones y la modificación del cuello. Del mismo modo, si la bolsa se rompe durante el trabajo de parto, las contracciones se intensifican y la dilatación del cuello se facilita.

Dato útil: la pérdida del tapón mucoso (flujo vaginal viscoso y marronáceo) no predice un parto inminente. Sin embargo, es un signo de que el cuello probablemente se ha modificado ligeramente (no es necesario consultar por ello).

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¿Puedo comprobar yo misma la apertura de mi cuello?

En teoría, una mujer puede comprobar por sí misma la apertura de su cuello utilizando el mismo método que los profesionales de la salud, es decir, mediante el tacto, introduciendo uno o varios dedos según el grado en el que se encuentre. En la práctica, no es tan sencillo. Embarazada, tu vientre hace que la maniobra sea poco práctica, incluso imposible.

Además, son pocas las que pueden determinar si su cuello está abierto o no sin haber recibido formación previa. Es una habilidad que, por ejemplo, pueden adquirir las usuarias de los métodos de observación del ciclo (MOC). Se trata de métodos científicos de seguimiento del ciclo ovulatorio basados en la observación diaria de los “biomarcadores” de fertilidad de la mujer. Sin embargo, la evaluación del cuello es diferente durante el trabajo de parto y, aun con esos conocimientos, no resulta fácil lograrlo.

En cualquier caso, es mejor consultar a un profesional de la salud si crees que el trabajo de parto ha comenzado: él o ella podrá verificar con precisión la apertura del cuello si así lo deseas.

¿Cuál es la importancia de la apertura del cuello en el proceso de parto?

Ya lo hemos mencionado antes: la apertura del cuello es fundamental durante el parto. Gracias a la fuerza ejercida por el polo fetal sobre el cuello (el bebé y todo lo que lo rodea), en cada contracción el cuello se va abriendo progresivamente. Las hormonas, las prostaglandinas y la oxitocina trabajan en conjunto para permitir esta apertura. Al abrirse, el cuello deja un paso al bebé para que pueda salir del útero. Es fácil comprender la importancia absolutamente esencial de la apertura del cuello.

A partir de 10 cm de apertura, puede comenzar la fase de descenso y expulsión. Por el contrario, si el cuello deja de abrirse a pesar de un trabajo activo, el bebé no podrá pasar, lo que puede llevar al equipo médico a realizar una cesárea.

Por otro lado, un cuello que se abre demasiado pronto durante el embarazo puede ser signo de una amenaza de parto prematuro. Por lo tanto, la apertura del cuello desempeña un papel crucial en el proceso de gestación y de parto.

¿Cuáles son las etapas de la dilatación y el borramiento del cuello?

La dilatación y el borramiento del cuello son las primeras etapas del trabajo de parto, que a su vez se divide en tres fases (dilatación, descenso y alumbramiento). Es durante la primera fase, la de la dilatación (dividida en dos subfases), cuando el cuello se modifica.

La fase de latencia

Durante esta fase de duración muy variable (¡de unas pocas horas a varios días!), el cuello se modifica lentamente en dos grandes etapas: se borra, es decir, se acorta, y luego comienza a dilatarse progresivamente, es decir, se abre.

Cuando el cuello se borra durante el trabajo de parto, pasa de un grosor de unos 4 cm al de una hoja de papel. Luego se abre hasta alcanzar unos 5 cm de dilatación (en la práctica, el cuello suele empezar a abrirse antes de estar completamente borrado).

parto fase de latencia

Otras características del cuello también evolucionan durante esta fase, como su posición, su consistencia, etc. La matrona, al realizar un tacto vaginal, evalúa todos estos factores.

La fase activa

Durante esta fase, las contracciones son muy regulares y cercanas y continúan intensificándose. El cuello sigue abriéndose y pasa de una dilatación de 5 a 10 cm, denominada “dilatación completa”. Después de una evolución lenta en la fase anterior, el ritmo se acelera notablemente. parto dilatación completa

Una vez que el cuello está completamente dilatado, las siguientes etapas del trabajo pueden continuar: el descenso del bebé en la pelvis, la expulsión y luego el alumbramiento de la placenta.

¿Debo consultar a un médico si creo que mi cuello está abierto?

Durante el embarazo puede sentirse una sensación de pesadez en la vagina: el útero pesa cada vez más y su peso puede presionar el periné, especialmente cuando se permanece mucho tiempo de pie. Es una sensación común que, sin contracciones asociadas, no debe preocupar.

Como hemos visto, es poco probable que sientas propiamente la apertura del cuello. Por lo tanto, son generalmente las contracciones que acompañan esta apertura las que deben orientarte hacia urgencias.

➡️Antes de las 37 semanas: consulta si tienes más de 10-15 contracciones al día.
➡️Después de las 37 semanas: acude al hospital después de 1 a 2 horas de contracciones intensas y regulares (cada 5 minutos o menos).

¿Lo sabías? Durante las clases de preparación al parto, aprenderás a reconocer las contracciones de trabajo.

Como recordatorio, otros motivos de consulta urgente durante el embarazo son:

  • Sangrado: sea cual sea el color, la cantidad o el momento del embarazo, requiere una visita a urgencias de maternidad.
  • Caída, golpe en el abdomen o accidente: aunque el bebé esté protegido por la bolsa y la pared uterina, se debe acudir a urgencias para verificar su bienestar.
  • Fiebre: si tienes más de 38°C y desconoces la causa, consulta de inmediato.
  • El bebé no se mueve o se mueve menos: si estás preocupada porque no se mueve como de costumbre, come algo dulce y recuéstate. Si no sientes movimientos en la hora siguiente, dirígete a urgencias para un control.
  • Ruptura de la bolsa amniótica: siempre requiere acudir a urgencias. En 1-2 horas si el líquido es transparente y no hay contracciones; de inmediato si el líquido es verde, si el trabajo ya comenzó o si estás antes de las 37 semanas.
  • Te sientes muy mal en general: síntomas inusuales (dolor de cabeza persistente, alteraciones visuales o auditivas, hinchazón repentina del rostro…) u otros signos preocupantes o extraños.

¿Cómo se evalúa la apertura del cuello durante las visitas prenatales?

Las consultas médicas de seguimiento del embarazo son obligatorias (al menos una en el primer trimestre y luego una al mes). Pueden ser realizadas por una matrona, un médico general o un ginecólogo obstetra.

El profesional de salud realizará un examen clínico (toma de presión, auscultación del corazón del bebé, medición de la altura uterina, palpación del abdomen, etc.) para verificar que todo va bien.

Durante estas consultas, tu profesional de salud también puede proponerte evaluar (si es necesario) la apertura de tu cuello mediante un tacto vaginal. Sin embargo, el tacto vaginal ya no forma parte del examen de rutina porque no tiene valor pronóstico. Solo se realizará a tu solicitud o si presentas síntomas preocupantes (siempre con tu consentimiento).

¿Existen métodos para favorecer una apertura saludable del cuello?

A veces, el cuello puede tener dificultades para abrirse. En ese caso, puedes intentar adaptar la posición que tomas durante el trabajo de parto para favorecer la presión que ejerce tu bebé sobre el cuello del útero. Aquí algunos ejemplos.

La posición sentada

Siéntate sobre una pelota y apóyate en la pared frente a ti para estirar la espalda y aliviar la pelvis. También puedes apoyarte en el respaldo de una silla en la que tu pareja se siente frente a ti para animarte. posición sentada trabajo de parto

De pie, con una pelota en la espalda

Ponte de pie, con las piernas separadas al ancho de la pelvis y ligeramente flexionadas. Coloca la pelota entre la pared (a la que estás apoyada) y tú. Haz rodar la pelota para masajearte la espalda.

Esta posición favorece el descenso del bebé y puede acelerar el trabajo. También puedes ponerte de pie contra una pared sin pelota y balancear las caderas de un lado a otro con el mismo objetivo.

posición de pie trabajo de parto

Si la fase de dilatación se prolonga, el equipo médico puede proponerte usar medicamentos como una perfusión de oxitocina (para acelerar el ritmo de las contracciones y hacerlas más eficaces) o bien la ruptura artificial de la bolsa amniótica para aprovechar su efecto natural sobre las contracciones y la dilatación.

Si estas soluciones tampoco funcionan, tus profesionales de salud podrían proponerte una cesárea.

La apertura del cuello es, por tanto, una etapa clave durante el trabajo de parto. Es esta apertura la que permite dejar un paso al bebé para que pueda salir. El descenso solo puede comenzar una vez que el cuello esté abierto a 10 cm.

No dudes en acudir a urgencias de maternidad en cuanto sientas contracciones regulares, ya que marcan el inicio del trabajo de parto y el final de estos 9 meses de espera.

Foto: YuriArcursPeopleimages

Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.


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