
¡1 año ya! Tú y tu hijo han pasado 12 meses juntos. Un momento clave en su desarrollo, que sigues con atención desde su nacimiento. ¿Cuáles son las grandes etapas de desarrollo a 1 año?
Niño de 1 año: hagamos un balance.
Desarrollo psicomotor
1 año, ¡ya estás aquí! Tu hijo está en plena fase de aprendizaje.
Desarrollo motor
El desarrollo motor de tu hijo, es decir, sus capacidades físicas y el control de su sistema muscular, no deja de crecer después del primer año. Ahora, seguramente empieza a desplazarse con apoyo, pasando de un mueble a otro, después de haberse ejercitado generalmente en subir escaleras durante las últimas semanas.
Generalmente, se admite que un niño camina entre los 9 y 18 meses. Esta diferencia se debe simplemente a que las adquisiciones (sentarse, ponerse de pie, caminar, hablar…) requieren tiempo ya que son cada vez más complejas y cada niño tiene un ritmo de aprendizaje diferente.
A los 1 año, es posible que tu hijo empiece a caminar. Sus ganas de descubrir y explorar el mundo que lo rodea le servirán de impulso para ponerse en movimiento.
Dato útil: no se recomienda ayudarle a “caminar” sujetándole de las manos. En cambio, puedes ponerte a su altura y extender tus brazos hacia él para que venga hacia ti. Pero “hacerle caminar” no acelera en nada su aprendizaje. Tu hijo debe prepararse físicamente (tono, equilibrio, coordinación…) y mentalmente (separarse, ir solo al mundo…) antes de pasar esta nueva etapa y empezar a caminar.
Para permitir que tu hijo profundice en su desarrollo motor, ¡también puedes animarle a bailar! Los bebés bailan instintivamente al ritmo de la música y ¡les encanta! A partir de 1 año, tu hijo puede agitarse, mover las manos, los brazos, o flexionar las rodillas al compás de una música.
Desarrollo cognitivo
A los 1 año, tu hijo también continúa su desarrollo cognitivo observando a su entorno y su ambiente. La imitación y la reproducción representan una gran parte de su aprendizaje.
Desde muy pequeño, tu hijo tiene capacidades de imitación involuntarias, ligadas a las neuronas espejo. Esta imitación involuntaria se vuelve directa (es decir, tu hijo reproduce los gestos que acaba de ver, por ejemplo) a partir de 1 año. ¡Tú eres su primer modelo! Repetir e imitar le permite ganar confianza en sí mismo.
Tu hijo a los 1 año también aprende y ejercita su memoria. Los procesos cognitivos que operan en su cerebro a través de las funciones ejecutivas le permiten adaptarse a su entorno para alcanzar un objetivo concreto. También organiza su aprendizaje, es decir, elige enfocarse en mejorar de manera significativa ya sea en el lenguaje, ya sea en lo motor, pero raramente en ambos al mismo tiempo. A los 1 año, tu hijo empieza a comprender la noción de causa y efecto. Se da cuenta de que las situaciones conllevan consecuencias como soltar objetos, golpearlos entre sí… Su memoria funciona por “anticipación por secuencia”. En otras palabras, tiene la capacidad de prever las consecuencias de sus actos.
Lenguaje y comunicación
A los 1 año, tu hijo seguramente ya balbucea desde hace algunos meses. Continúa empleando monosílabos como “ajo”, “babababa”. Su vocabulario es muy limitado y la mayoría de las veces comprensible solo para ti. En realidad, tu hijo entiende más palabras de las que utiliza. ¿Por qué? Porque es más sencillo comprender una palabra que pronunciarla, de ahí que empiece a asimilar consignas simples.
El primer año de tu hijo es también el momento en que empieza a afirmarse. A esta edad, el carácter y la personalidad de tu hijo continúan afirmándose. Por lo tanto, es posible que su comportamiento cambie. Por ejemplo, puede tener tendencia a expresar más a menudo lo que le gusta o no.
Alimentación y nutrición
A los 1 año, tu hijo continúa su descubrimiento de la diversificación alimentaria. Ya puedes introducir alimentos con trocitos si esto aún no se ha hecho. Sin embargo, están prohibidos hasta alrededor de los 4 años por el riesgo de atragantamiento:
- los frutos secos,
- los cacahuetes,
- los caramelos duros,
- las aceitunas,
- los dátiles,
- o también las cerezas con hueso.
Aunque tu hijo coma ahora cada vez más alimentos, a los 1 año todavía necesita leche. Se recomienda, para bebés entre 9 y 12 meses, dar un mínimo de 500 mL de leche al día, repartidos en 2 biberones (uno por la mañana y uno en la merienda, por ejemplo). Ten en cuenta que también puedes sustituir la leche por lácteos de leche infantil.
Punto material
¡Caminar significa zapatos! Si tu hijo todavía no camina, es preferible dejarlo descalzo o con zapatillas antideslizantes que se adapten a la forma de su pie. Si ya camina, puedes optar por zapatos:
- con suelas flexibles (que puedas doblar por la mitad),
- no demasiado ajustados,
- que permitan la movilidad de los dedos,
- no demasiado altos,
- que no sobrepasen el tobillo para que pueda moverse y el niño pueda agacharse,
- nuevos o poco usados,
- y con un cierre sólido.
Vacunas del mes
Para seguir el desarrollo de tu hijo, puedes pedir cita con tu pediatra. Además, es la ocasión de poner al día su calendario de vacunación, administrando al menos 2 vacunas para reforzar su sistema inmunitario: meningococos B y ACWY, y la triple vírica (sarampión, paperas, rubéola).
Cuándo preocuparse
Las diferentes fases mencionadas anteriormente son solo a título indicativo y generales. Todos los niños evolucionan a su propio ritmo, y las evoluciones varían. Un niño equivale a un desarrollo único. En cambio, si notas una detención brusca en la evolución de tu hijo, te recomendamos consultar a tu pediatra.
¡Ya estás en camino hacia un segundo año lleno de emociones y actividades!
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Fotos: kryzhov | magone | AtlasComposer | leszekglasner
Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.