Lactancia y sueño del bebé

Escrito por Pierre Kadlub
Publié le 25 junio 2025
Sueño del bebé
Lactencia materna
4 minutos

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La lactancia y el sueño del bebé están estrechamente relacionados, pero no siempre es fácil encontrar el ritmo adecuado. ¿Cómo influyen la leche materna o la alimentación artificial en el sueño de tu bebé, desde la maternidad hasta los primeros meses? Lactancia y sueño del bebé: vamos a hacer balance.

El impacto de la lactancia en el sueño del bebé

El sueño de un bebé amamantado presenta ciertas particularidades relacionadas con la naturaleza de la leche materna y la fisiología de la lactancia.

Particularidades del sueño en el bebé amamantado

Desde la maternidad, los primeros meses se caracterizan por ciclos de sueño cortos y una alternancia frecuente entre fases de sueño y de vigilia. Esto se explica por varios factores:

  • Digestión rápida: la leche materna está perfectamente adaptada al recién nacido y se digiere muy rápido. Por eso, los bebés amamantados suelen necesitar mamar con más frecuencia, incluso por la noche, para cubrir sus necesidades energéticas y favorecer un buen aumento de peso.
  • Ciclos de sueño cortos: tu bebé alterna entre sueño activo y sueño tranquilo cada 40 a 50 minutos. Su cercanía contigo, especialmente durante el contacto piel con piel o en caso de colecho, facilita despertares suaves y le aporta seguridad, lo que favorece la producción de leche gracias a la estimulación regular del pezón.
  • Necesidades fisiológicas: tu recién nacido busca el pecho no solo para alimentarse, sino también para tranquilizarse, dormirse y calmar su llanto. La succión al pecho libera oxitocina, favoreciendo el sueño de tu bebé.

Es normal que el bebé amamantado se despierte más a menudo por la noche, sobre todo en las primeras semanas, ya que esto asegura tanto su seguridad como su salud. Las tomas nocturnas también son esenciales para la lactancia y para prevenir riesgos como la hipoglucemia o la deshidratación.

Comparación con la alimentación artificial

Los bebés alimentados con biberón, con leche artificial o leche infantil, suelen presentar ritmos de sueño diferentes: Como la leche artificial es más lenta de digerir, algunos bebés alimentados con biberón pueden espaciar más sus despertares nocturnos. Sin embargo, cada niño es único y no es raro que bebés alimentados con biberón se despierten igual de seguido por la noche, especialmente durante picos de crecimiento, destete o pequeños malestares. Sea cual sea tu elección respecto a la lactancia o el biberón, es esencial responder a las necesidades de tu bebé, sin despertarlo innecesariamente ni forzar un ritmo de sueño que no se adapte a su edad.

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Consejos para favorecer el sueño durante la lactancia

La lactancia y el sueño están estrechamente ligados para tu bebé. Para acompañarlo hacia noches tranquilas, es esencial crear un entorno seguro e instaurar rituales regulares, respetando el ritmo natural de la lactancia y las tomas.

Crear un entorno de sueño tranquilo

Un ambiente sereno ayuda a tu bebé a dormir, ya elijas dar el pecho, usar un sacaleches o el biberón.

  • Una habitación tranquila y segura: acondiciona un espacio dedicado al sueño, con un colchón firme, sin almohadas ni mantas gruesas, para limitar los riesgos de MIN. Prefiere una cuna pequeña o una cama con barrotes, que aporte a tu bebé una sensación de contención, recordándole la vida intrauterina.
  • Gestión de la luz: de día, deja entrar la luz natural y sigue con la actividad normal, incluso durante las siestas. De noche, utiliza una luz tenue durante las tomas o cuando le cambies el pañal. Limita también las estimulaciones visuales y sonoras. Esto ayuda a tu bebé a diferenciar el día de la noche.
  • Una rutina tranquilizadora: establecer gestos repetitivos antes de dormir calma a tu bebé. Acunarlo, abrazarlo o cantarle una canción suave le indica que es hora de dormir.
  • Responder al llanto: cuando tu bebé llora, expresa una necesidad. La succión al pecho o biberón, el arrullo o el envolvimiento (con precaución) pueden ayudarlo a calmarse y encadenar ciclos de sueño.
  • El colecho: colocar la cuna en la habitación de los padres facilita el acceso nocturno a las tomas sin tener que despertar completamente a tu bebé. Atención: compartir la cama parental no es recomendable.

Fomentar un ritmo regular

Aunque el sueño del bebé amamantado siga siendo fragmentado, ciertos puntos de referencia en el tiempo favorecen el aprendizaje del ritmo vigilia-sueño.

  • Estabilidad en los horarios: intenta mantener horas regulares de despertar, dormir y comer, incluso el fin de semana. Esto ayuda a estructurar el día y regular el reloj biológico de tu bebé.
  • Respetar el ritmo de tu hijo: no intentes alargar el sueño nocturno privándolo de siestas o despertándolo durante el día. La frecuencia de las tomas depende de sus necesidades.
  • Observar signos de cansancio: bostezos, frotarse los ojos, inquietud… Ante los primeros signos, acuesta a tu bebé para evitar dificultades para dormir.
  • Rutina adaptada a la edad: para los recién nacidos, una simple secuencia de toma-abrazo-canción es suficiente. Más adelante, se puede añadir un baño o un cuento. Lo importante es mantener la rutina estable y previsible. Lactancia y sueño del bebé: comprender y acompañar - May App Salud

Preservar el descanso de los padres

El cansancio parental es normal ante la repetición de los despertares nocturnos, pero existen soluciones para reducirlo y vivir mejor esta etapa:

  • Compartir las noches: si es posible, alterna las guardias con el/la coprotagonista parental. Por ejemplo, tú das el pecho pero la otra persona cambia y acompaña al bebé para que se duerma.
  • Organización práctica: instala un rincón de lactancia cómodo cerca de la cama y ten a mano todo lo necesario (cojín, vaso de agua, sacaleches si es necesario).
  • Siestas reparadoras: aprovecha los momentos en que tu bebé duerme para descansar, aunque sea brevemente.
  • Pedir ayuda: no dudes en recurrir a tu entorno para que te releven algunas horas, especialmente en periodos de gran cansancio.

En conclusión, la lactancia y el sueño del bebé están estrechamente vinculados, pero cada niño tiene su propio ritmo, ya elijas leche materna, biberón o una combinación de ambos. Cada experiencia es única y no existe una solución universal. Confía en ti misma, responde a las necesidades de tu bebé y no dudes en pedir ayuda si lo necesitas. ** Créditos de fotos: relucal | tonodiaz Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.


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