Dar correctamente el biberón a tu bebé se aprende poco a poco. Durante los primeros meses de vida, algunos hábitos sencillos pueden resultar útiles para evitar molestias como dolores de barriga o reflujos…
Aquí tienes 5 consejos para dar bien el biberón a tu bebé.
¿Por qué es importante dar bien el biberón a tu bebé?
Adoptar el método adecuado para dar el biberón a tu bebé es muy importante para limitar los trastornos digestivos. Al asegurarte de que la tetina esté siempre llena de leche, permitir que tu bebé regule el flujo gracias a la posición horizontal del biberón y ofrecer pausas regulares para eructar, evitas que trague demasiado aire y favoreces una digestión más cómoda.
Del mismo modo, la forma de preparar el biberón es muy importante para favorecer una buena digestión. Asegúrate de respetar la dilución recomendada, es decir, una medida de leche en polvo por cada 30 ml de agua, que es lo más adecuado para su tránsito intestinal. Además, te recomendamos encarecidamente darle cantidades de leche adaptadas a su peso y a su edad, para evitar una cantidad excesiva de leche, lo que podría provocar regurgitaciones por un estómago demasiado lleno.
¡Sigue los consejos de tu profesional de la salud! Por último, no dudes en calentar la leche si la digestión resulta un poco incómoda, o incluso en hablar con el médico o la enfermera pediátrica de tu hijo sobre la elección de la leche que toma si presenta trastornos digestivos importantes. Antes de hablar de la posición correcta para dar el biberón, es importante recordar que la OMS recomienda la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida de tu bebé.
De hecho, la leche materna está adaptada a las necesidades del lactante y sus beneficios son numerosos. Sea cual sea tu elección (¡que te pertenece!), este artículo se aplica tanto a la leche materna como a la leche en polvo cuando se ofrece en biberón. ¿Quieres saber más? No dudes en descargar la aplicación May, donde encontrarás numerosos recursos para acompañarte y guiarte a lo largo de tu vida como padre o madre primerizo(a). 
1. Consejo para dar bien el biberón a tu bebé: ajustar la posición
La posición correcta para dar el biberón a tu bebé no siempre es fácil de adoptar. Aquí tienes los puntos clave a recordar:
Ajustar tu posición
Ante todo, tómate el tiempo necesario para colocarte bien y proteger tu espalda. Lo ideal es sentarte en un sillón cómodo en lugar de permanecer de pie. También puedes añadir cojines si lo deseas para apoyar el brazo que sostiene a tu bebé. Este paso es la base de una buena posición.
Ajustar la posición de tu bebé
A continuación, se recomienda sostener a tu bebé contra ti en una posición semiincorporada. Asegúrate también de que sus extremidades estén relajadas, que su cabeza esté bien sostenida y que no tenga que girar la cabeza para beber. Incluso cuando tu bebé crezca y sostenga el biberón por sí solo, no dudes en seguir sosteniéndolo en tus brazos para disfrutar de la cercanía que ofrece este momento de complicidad. Puedes alternar los lados a lo largo de las tomas para estimular el desarrollo y la visión de tu bebé de manera equilibrada.
Ajustar la posición del biberón
Se recomienda ofrecer la tetina del biberón sobre sus labios y esperar a que abra la boca. Asimismo, sostén el biberón ligeramente en horizontal, asegurándote de que la tetina esté siempre llena de leche, pero dejando que tu bebé regule el flujo por sí mismo. Atención: si sostienes el biberón en vertical, la leche fluirá sola y demasiado rápido. 
2. Consejo para dar bien el biberón a tu bebé: elegir el lugar adecuado
Para dar el biberón a tu hijo, es preferible elegir un lugar tranquilo, en una habitación silenciosa y con luz tenue. A partir de los 3-4 meses, puede ser interesante evitar las estimulaciones externas a tu alrededor, ya que tu hijo tenderá a distraerse rápidamente de su comida y a alargar la toma. 
3. Consejo para dar bien el biberón a tu bebé: adaptar el flujo
Es importante que la velocidad del flujo sea adecuada para que tu bebé tenga un tiempo de succión suficiente, lo que le aporta una sensación de saciedad y un confort digestivo óptimo. Puedes contar entre 15 y 20 minutos en total por biberón. También es importante ofrecer pausas regulares a tu hijo para que pueda eructar si es necesario y así expulsar el aire que ha tragado. Para ello, coloca a tu bebé en posición vertical contra tu hombro o sentado frente a ti y dale suaves palmaditas en la espalda. 
4. Consejo para dar bien el biberón a tu bebé: la elección del biberón y la tetina
Varios criterios pueden guiar tu elección al momento de seleccionar un biberón, empezando por el material. El biberón de vidrio es pesado pero natural, reciclable y ofrece una excelente estabilidad térmica. Para evitar roturas, hoy en día existen versiones reforzadas o protegidas con fundas de silicona.
Por el contrario, el biberón de plástico es apreciado por su ligereza y practicidad, aunque se desgasta más rápido. Desde 2010, todos los modelos vendidos en Europa están libres de Bisfenol A (un estrógeno sintético). Por último, el biberón de silicona, más reciente y más caro, seduce por su flexibilidad y resistencia. La capacidad evoluciona con el niño. Los biberones pequeños de 150 ml facilitan las primeras mediciones, mientras que los formatos más grandes de 250 ml responden a las necesidades crecientes de tu bebé, sin necesidad de comprar tamaños mayores. La forma también influye en la comodidad de uso.
Cilíndricos, curvados o ergonómicos, los biberones se eligen según el agarre y la facilidad de limpieza, un criterio clave, especialmente si se utiliza el lavavajillas.
Por último, la tetina merece una atención especial. La silicona, duradera y transparente, es adecuada para la mayoría de los bebés, mientras que el caucho, más flexible, ayuda a aquellos con una succión más frágil. Los fabricantes rivalizan en creatividad, con formas planas, suaves o válvulas anticólicos que facilitan la circulación del aire. Sea cual sea la tetina elegida, debe ser compatible con el biberón y reemplazarse con regularidad. A pesar de todas las recomendaciones, a menudo es el propio bebé quien decide el biberón y la tetina que le convienen. 
5. Consejo para dar bien el biberón a tu bebé: la preparación del biberón
Algunas precauciones siguen siendo esenciales para garantizar la seguridad alimentaria de tu bebé. El agua del grifo puede ser perfectamente adecuada para preparar los biberones de tu bebé. Para ello, hay que dejar correr el agua unos segundos, no poner el cuello del biberón en contacto con el grifo y utilizar agua fría, no filtrada, para limitar los riesgos microbiológicos.
También se recomienda verificar con el municipio que el agua cumpla las normas relativas a nitratos, pesticidas y metales pesados. Más ecológica que el agua embotellada, sigue siendo ideal si cumple estos criterios. Si el agua de la red no es adecuada, es preferible optar por un agua embotellada con la mención «apta para la alimentación de los lactantes». Una vez abierta, debe consumirse en un plazo de 24 horas y conservarse en el frigorífico.
En viaje o en caso de duda, el agua hervida y luego enfriada sigue siendo una solución segura. La leche infantil requiere una atención especial. Es mejor evitar cambios frecuentes, ya que los bebés se adaptan mal a las variaciones de sabor o textura. El envase de la leche debe almacenarse correctamente, bien cerrado, utilizarse con una cuchara dosificadora limpia y consumirse dentro de las cuatro semanas posteriores a su apertura.
En cuanto a la higiene, ya no es necesario esterilizar los biberones después de cada uso. Sin embargo, una limpieza minuciosa sigue siendo indispensable. Hay que desmontar todas las piezas, limpiarlas con un cepillo y detergente, enjuagarlas y dejarlas secar al aire. El lavavajillas puede utilizarse, siempre que se enjuague previamente y se elijan tetinas de silicona. Antes de iniciar la diversificación alimentaria, es posible estimar la cantidad diaria de leche necesaria utilizando la regla de Appert, que se basa en el peso de tu bebé (peso del lactante en gramos / 10 + 250).
A continuación, basta con repartir esta cantidad total entre el número de biberones previstos durante el día para determinar el volumen de cada uno. Ten en cuenta que el apetito de un lactante no es constante. Puede variar de una comida a otra y de un día a otro. Por lo tanto, este cálculo es solo una indicación y no una medida perfectamente precisa. La preparación del biberón sigue unos pasos sencillos:
- lavarse las manos,
- comprobar la limpieza del material,
- dosificar el agua en múltiplos de 30 ml,
- calentar ligeramente si es necesario, preferiblemente no en el microondas,
- añadir la leche respetando la dosificación y agitar bien,
- la temperatura debe comprobarse siempre antes de dar el biberón, que no debe conservarse más de una hora una vez preparado.
Dato útil: también existen leches líquidas esterilizadas, listas para consumir. Una vez abiertas, deben conservarse en su envase original, en frío entre 0 y 2 °C, y consumirse en un plazo máximo de 48 horas. Para concluir, como cada bebé tiene su propio ritmo, pueden ser necesarios algunos ajustes.
Cambiar la velocidad de la tetina, adaptar la temperatura de la leche o esperar en caso de rechazo temporal relacionado con el cansancio, la dentición o una enfermedad. Más allá del aspecto técnico, estas comidas son verdaderos momentos de complicidad. Nutren tanto el cuerpo como el vínculo afectivo, constituyendo instantes valiosos en tu día a día y en el de tu hijo.
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Créditos de las fotos: AnnaStills | drazenphoto | dekddui1405 | wavebreakmedia | nenetus
Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.