Varice vulvare y embarazo: comprender y prevenir

Escrito por Sonia Monot
Revisado por Léa Kourganoff
Publié le 11 enero 2025
Dolores del embarazo
4 minutos

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Las várices son dilataciones venosas que pueden causar hinchazón o una sensación dolorosa. Una várice vulvar es una várice que, como su nombre indica, se encuentra en la vulva. Los numerosos cambios —especialmente hormonales— propios del embarazo hacen que las mujeres embarazadas sean más propensas a las várices.

Várice vulvar y embarazo: hagamos un repaso.

¿Qué es una várice vulvar?

Una várice vulvar es una vena dilatada que puede manifestarse como una protuberancia visible en los labios mayores. Este fenómeno está generalmente relacionado con una insuficiencia venosa, en otras palabras, una mala circulación sanguínea.

Causas y factores de riesgo durante el embarazo

Aunque las várices vulvares pueden aparecer en cualquier momento de la vida de una mujer, son particularmente frecuentes durante el embarazo debido a los cambios fisiológicos y hormonales que ocurren en este período.

Importante: las várices vulvares aparecen con mayor frecuencia al final del embarazo, aunque a veces ya en el segundo trimestre. Pueden resultar molestas e incluso a veces dolorosas, pero desaparecen espontáneamente la mayoría de las veces.

Cambios hormonales

Durante el embarazo, el cuerpo segrega más hormonas, especialmente estrógeno y progesterona. Estas hormonas desempeñan un papel importante en el desarrollo del feto, pero también tienen un impacto significativo en el sistema venoso y, por lo tanto, en la posible aparición de várices vulvares:

  • Progesterona: esta hormona tiene un efecto relajante sobre las paredes de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar una dilatación de las venas. Esta dilatación aumenta la probabilidad de telangiectasias (la manifestación física de las várices) e insuficiencia venosa.
  • Estrógeno: el aumento de los niveles de estrógeno durante el embarazo también puede contribuir a la dilatación vascular al alterar la estructura de los vasos.

Tenga en cuenta también que durante el embarazo, su volumen sanguíneo aumenta para poder proporcionar a su bebé todo lo que necesita. Por lo tanto, usted es potencialmente más propensa a problemas de circulación sanguínea.

Mayor presión sobre la pelvis

El útero, que aumenta de tamaño durante el embarazo, ejerce una presión adicional sobre las venas pélvicas, lo que altera el retorno venoso y puede causar la formación de várices vulvares. He aquí algunos factores que contribuyen a este efecto:

  • El peso del feto y del líquido amniótico aumenta la presión sobre los vasos pélvicos, lo que puede causar dilatación venosa.
  • A medida que el útero crece, puede comprimir las venas ováricas, dificultando el retorno venoso y favoreciendo así la aparición de hinchazón en la región vulvar.
  • Pasar mucho tiempo de pie puede agravar la compresión de las venas pélvicas, aumentando el riesgo de várices vulvares.

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Síntomas y diagnóstico

Las várices vulvares, aunque generalmente benignas, pueden ser fuente de molestias y de dolor durante el embarazo. A menudo se manifiestan como una hinchazón visible o palpable en la región vulvar, a menudo acompañada de una sensación de pesadez. Algunas mujeres pueden sentir dolor o una sensación de ardor, especialmente después de estar de pie durante largos períodos. Pero también es posible que esté totalmente asintomática (¡qué suerte!).

Tenga en cuenta que estos síntomas pueden empeorar al final del día o en clima caluroso, cuando la circulación sanguínea se ve más exigida.

También es posible que note la aparición de telangiectasias (venas superficiales visibles), que pueden ser de color azul o violeta.

El diagnóstico de las várices vulvares se basa principalmente en un examen clínico. Su profesional de salud comenzará evaluando sus síntomas y realizará un examen físico para detectar cualquier dilatación o compresión de las venas. La ecografía se utiliza a menudo porque permite visualizar los vasos y por lo tanto confirmar la presencia de várices.

Importante: la ecografía también permite examinar el flujo sanguíneo, lo que permite detectar o descartar complicaciones como la trombosis (un vaso sanguíneo obstruido por un coágulo).

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¿Cómo tratar una várice vulvar?

Aquí tiene algunos consejos para aliviar una várice vulvar:

  • Usar una braga de compresión: proporciona presión sobre las várices y un alivio inmediato del malestar.
  • Usar medias de compresión: las medias de compresión ejercen presión sobre las extremidades inferiores, favoreciendo el retorno venoso y reduciendo la hinchazón. Son particularmente útiles para aliviar la dilatación de las venas y prevenir la formación de coágulos. Tenga en cuenta que a menudo están cubiertas por el Seguro de Salud.
  • Cambiar regularmente de posición: evite permanecer de pie o sentada durante largos períodos para minimizar la compresión de los vasos pélvicos.
  • Elevar las piernas: cuando esté sentada, esto facilita la circulación sanguínea.
  • Moverse: salvo contraindicación de su médico, no dude en practicar una actividad física suave, como caminar o nadar, para mejorar el retorno venoso y fortalecer su tono venoso.
  • Aplicar frío: en caso de malestar o hinchazón, aplicar frío puede ofrecer un alivio rápido. Use una compresa sanitaria empapada en agua y congelada para calmar la zona afectada. También existen bragas con un dispositivo de crioterapia perineal integrado.

Para las várices vulvares más graves o persistentes, pueden ser necesarias intervenciones médicas como la escleroterapia. Generalmente realizada después del parto, este procedimiento consiste en inyectar una solución en la vena afectada para hacerla encogerse. Es eficaz para tratar las telangiectasias y mejorar el aspecto de las venas superficiales.

Para prevenir la aparición de várices, también puede:

  • Optar por ropa suelta y cómoda que no comprima. La ropa ajustada puede dificultar la circulación sanguínea y agravar la insuficiencia venosa.
  • Adoptar una alimentación rica en fibras y en vitaminas C y E para mantener la salud vascular. Asegúrese también de tener una buena hidratación.

Las várices vulvares son por lo tanto várices ubicadas en la vulva y que a menudo se manifiestan con una hinchazón y/o una sensación dolorosa. Son bastante comunes durante el embarazo debido a los cambios fisiológicos y hormonales que ocurren durante este período. En caso de molestias o preocupaciones, no dude en consultar a su profesional de salud para obtener un tratamiento y consejos adecuados.

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Fotos: OlgaGimaeva | leungchopan | AtlasComposer

Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.


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