Intoxicación alimentaria en el embarazo: ¿cómo protegerse?

Escrito por Sonia Monot
Revisado por El equipo de May
Actualizado el 30 septiembre 2025
Alimentación durante el embarazo
5 minutos

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Manejar una intoxicación en circunstancias normales ya no es sencillo. Durante el embarazo, la cuestión puede resultar aún más complicada: entre los medicamentos que no son adecuados para tu estado, otros síntomas del embarazo, sin olvidar las restricciones alimentarias… ¡Es difícil afrontarlo!

Intoxicación alimentaria en el embarazo, ¡te lo contamos todo!

¿Cómo reconocer los síntomas de una intoxicación alimentaria en el embarazo?

Según el último informe de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo (ANSES) de 2019, en Francia se registran 16.000 casos de intoxicaciones alimentarias al año. A pesar de todas las precauciones y consejos del mundo, las intoxicaciones alimentarias pueden afectar a las mujeres embarazadas.

Si sufres de:

  • náuseas,
  • vómitos,

debido a tu embarazo, puede ser difícil detectar de inmediato una intoxicación alimentaria. Pero otros síntomas la acompañan, como:

  • calambres estomacales,
  • diarrea,
  • dolor de cabeza,
  • fiebre.

Estos síntomas suelen aparecer rápidamente después de ingerir el alimento contaminado y desaparecen al cabo de unos días.

En cualquier caso, si estás embarazada y presentas alguno de estos síntomas, te invitamos a consultar:

  • La fiebre.
  • La diarrea,
  • Los vómitos (si son demasiado intensos, pueden provocar deshidratación).

Dato útil: una intoxicación alimentaria puede ser difícil de diferenciar de una gastroenteritis porque los síntomas son bastante similares. La principal diferencia está en la duración de los síntomas. A diferencia de la gastroenteritis, la intoxicación alimentaria solo dura unas horas y aparece muy poco después de ingerir el alimento contaminado.

Si comiste en compañía de otras personas, no dudes en preguntarles si también sienten estos síntomas para identificar más rápidamente la intoxicación alimentaria.

¿Qué alimentos evitar para reducir el riesgo de intoxicación durante el embarazo?

Desafortunadamente, no siempre es fácil identificar los alimentos que pueden causar una intoxicación alimentaria. Algunos huelen mal, otros tienen un color o sabor extraño, presentan trazas de moho o un aspecto cuajado en los productos lácteos, mientras que otros parecen perfectamente normales.

En cualquier caso, si un alimento no te da confianza, no lo comas. Especialmente si estás embarazada.

Sí, no es ninguna sorpresa, pero estar embarazada requiere prestar especial atención a lo que comes. Algunos nuevos hábitos permiten reducir considerablemente el riesgo de intoxicación alimentaria causada por las bacterias responsables de la listeriosis y la salmonelosis (que explicamos más abajo).

Con respecto a los productos de origen animal:

  • Cocinar bien las carnes (rojas o blancas) y pescados antes de consumirlos.
  • Evitar consumir huevos crudos no pasteurizados o poco cocidos.
  • No consumir quesos frescos de pasta blanda elaborados con leche cruda o no pasteurizada.
  • Hervir la leche cruda antes de consumirla.
  • Evitar embutidos, gelatinas (como rilletes, patés, foie gras…), pescado crudo y/o ahumado, mariscos crudos, surimi, tarama…

Con respecto a las frutas y verduras:

  • Evitar los brotes germinados crudos.
  • Guardarlos en el refrigerador separados de los productos de origen animal, si se van a consumir crudos.

Otras precauciones:

  • Respetar las fechas de caducidad.
  • Tener cuidado con los alimentos conservados demasiado tiempo en el refrigerador, así como con los productos “de charcutería” o recalentarlos si es necesario.
  • Preferir productos envasados a productos vendidos al corte.

Durante el embarazo surgen muchas preguntas: si puedes hacer esto, comer aquello, comprar esto… No dudes en usar nuestra sencilla herramienta “¿Embarazada, puedo?” que te indica lo que está permitido o desaconsejado.

¿Quieres saber más? No dudes en descargar la aplicación May, donde encontrarás numerosos recursos para acompañarte y guiarte durante todo tu embarazo.

¿Qué precauciones de higiene alimentaria adoptar durante el embarazo?

Durante el embarazo, una buena higiene alimentaria también ayuda a reducir el riesgo de contraer infecciones e intoxicaciones alimentarias. De hecho, algunos de estos consejos son buenos hábitos para todos.

Para el refrigerador:

  • Limpiarlo con frecuencia.
  • Asegurarse de que su temperatura sea lo suficientemente baja (4°C).
  • Guardar los alimentos crudos separados de los cocidos o listos para consumir.

Higiene de manos y superficies:

  • Lavarse las manos después de manipular alimentos (especialmente crudos).
  • Limpiar los utensilios de cocina y las superficies que hayan estado en contacto con los alimentos.

¿Puede una intoxicación alimentaria afectar el desarrollo del feto?

Algunos síntomas de una intoxicación alimentaria pueden causar complicaciones para el feto si no se tratan.

➡️Los vómitos y la diarrea pueden provocar deshidratación, lo que puede tener graves consecuencias tanto para la madre como para el bebé. Es fundamental mantenerse bien hidratada.

➡️La fiebre siempre debe llevarte a consultar. Si tienes más de 38°C y no entiendes el origen de esa fiebre (gastroenteritis, gripe…), es importante acudir a urgencias sin demora. Una fiebre alta puede provocar contracciones: existe un riesgo de pérdida del embarazo (también llamada aborto espontáneo, aunque el término tiende a desaparecer) o de parto prematuro.

Además de los riesgos directamente relacionados con la intoxicación alimentaria, ciertas bacterias también pueden provocar infecciones peligrosas para el feto.

La listeriosis

La listeriosis es una enfermedad causada por la bacteria listeria. Está muy extendida en el medio ambiente y en los hogares, incluso en los refrigeradores (¡resiste muy bien al frío!). Tiene una gran capacidad para colonizar los alimentos, de ahí la importancia de tomar precauciones.

El período de incubación de la listeriosis puede durar hasta 2 meses, y la bacteria puede provocar fiebre, aborto espontáneo, parto prematuro o una infección neonatal grave.

Afortunadamente, existe un antibiótico, cuya eficacia depende del tiempo de administración (cuanto antes, mejor), pero incluso con este tratamiento la evolución puede ser fatal. Por eso, la prudencia es esencial.

La salmonelosis

La salmonelosis es una infección provocada por la bacteria “Salmonella”. Esta bacteria está presente en los intestinos de los animales (por lo tanto, en sus excrementos) y se transmite al ser humano a través de alimentos contaminados.

La bacteria salmonella es responsable de gastroenteritis aguda, es decir, fiebre, diarrea, vómitos, dolor abdominal. Los síntomas de la salmonelosis aparecen aproximadamente entre 12 y 36 horas después de ingerir el alimento contaminado y duran entre 3 y 7 días.

Uno de los principales riesgos es la deshidratación. Por eso es importante seguir hidratándose durante toda la duración de los síntomas. Si presentas alguno de los síntomas descritos anteriormente durante tu embarazo, por supuesto debes consultar a tu matrona o médico. En casos raros, la madre infectada puede transmitir la enfermedad al feto.

¿Cómo manejar los síntomas de la intoxicación alimentaria como la diarrea o los vómitos?

No nos cansaremos de repetirlo: si presentas alguno de los síntomas descritos anteriormente, consulta rápidamente a la persona que sigue tu embarazo. Él o ella podrá ayudarte a manejar los síntomas relacionados con esta intoxicación alimentaria y, si es necesario, proponerte un tratamiento adecuado. Y recuerda: ¡nada de automedicación, especialmente durante el embarazo!

Por tu parte, puedes probar algunos de los siguientes métodos naturales para limitar las molestias causadas por los síntomas típicos de una intoxicación alimentaria.

Para combatir la diarrea:

  • Ciertos alimentos ayudan a ralentizar el tránsito intestinal: zanahorias cocidas, patatas, plátanos poco maduros, arándanos, membrillos, manzanas cocidas, carne roja (bien cocida, por supuesto) y cereales como arroz blanco o pasta blanca.
  • Por el contrario, ciertos alimentos aceleran el tránsito, por lo que es mejor evitarlos en caso de diarrea: espinacas, judías verdes, acelgas, ensalada, espárragos, alcachofas, brócoli, aguacates, kiwis, manzanas crudas, naranjas, ciruelas pasas, frambuesas, dátiles, alubias secas, lentejas, cereales integrales, zumos de frutas, yogures enriquecidos con probióticos…

Para combatir la deshidratación:

  • Debes mantenerte bien hidratada a lo largo del día, beber regularmente en pequeños sorbos, especialmente entre comidas. Puedes añadir jugo de limón al agua (con o sin gas) para un doble efecto contra las náuseas.
  • Consulta de urgencia si notas alguno de los siguientes síntomas: pérdida de peso significativa, boca y lengua secas, desorientación, mareos, piel seca, fría y pálida, ojos hundidos, sed intensa, fiebre…

Para combatir las náuseas y los vómitos:

  • Fracciona tus comidas, come menos pero más a menudo.
  • Come despacio (idealmente más de 20 minutos por comida), masticando bien.
  • Evita acostarte justo después de comer, es mejor esperar a haber digerido un poco.
  • Evita los alimentos demasiado pesados, grasos, azucarados o picantes que puedan costarte digerir.
  • Dos alimentos pueden ayudarte: el jengibre (en todas sus formas) y la melisa (puedes comprar hojas de melisa y consumirlas en infusiones para calmar los calambres).

La eficacia del jengibre para aliviar las náuseas está reconocida por la HAS y la OMS desde 1999: ¡vale la pena probarlo!

Sobre todo, escucha tus necesidades, descansa lo más posible y no dudes en pedir ayuda a tu pareja o a tus seres queridos.

Foto: seventyfourimages

Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.

Notre astuce
  • Pendant la grossesse, les risques d’intoxication alimentaire sont accrus et nécessitent une vigilance encore plus attentive.
  • Les symptômes courants incluent nausées, vomissements, crampes d’estomac, diarrhée et fièvre, ils demandent une consultation médicale immédiate pour éviter la déshydratation ou toute autre complication.
  • Évitez les aliments à risque tels que les viandes et poissons crus, les fromages non pasteurisés, et veillez à une hygiène rigoureuse en cuisine.
  • La toxoplasmose, la listériose et la salmonellose sont des préoccupations majeures, pouvant affecter le développement fœtal.
  • Pour limiter l’inconfort, privilégiez une alimentation riche en fibres et hydratez-vous abondamment.

Enlaces y referencias

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