Recibir un golpe en el vientre durante el embarazo puede no ser algo insignificante. ¿Qué tipos de golpes deben preocuparte? ¿Cuáles son los signos que hay que vigilar? ¿Cuándo consultar a un ginecólogo o a una matrona?
Golpe en el vientre durante el embarazo: hacemos balance.
Golpes en el vientre durante el embarazo: ¿de qué estamos hablando?
Por desgracia, el riesgo cero no existe y puede suceder que recibas un golpe en el vientre durante tu embarazo. Este tipo de incidente puede darse en algunas situaciones cotidianas: una caída, un golpe accidental dado por un niño, un animal o un objeto, un mal gesto, o incluso una presión involuntaria sobre el vientre, por ejemplo durante un abrazo o en el transporte.
Sin embargo, puedes estar tranquila: solo un impacto bastante fuerte puede representar realmente un problema, no hace falta alarmarse por un pequeño golpe recibido durante el embarazo. La pared abdominal, el útero y el líquido amniótico forman una barrera protectora eficaz para el feto.
Los golpes que deben suscitar una atención especial son por tanto aquellos que provocan un impacto importante directamente sobre el vientre: caída, accidente de coche, golpe violento (voluntario o no, humano o material)…

Golpe en el vientre durante el embarazo: ¿cuáles son los riesgos para tu bebé y para ti?
Un golpe en el vientre durante el embarazo puede, en casos poco frecuentes, provocar complicaciones en la gestación. A continuación, los principales riesgos que debes conocer:
- Un desprendimiento de placenta: un impacto violento puede provocar un desprendimiento parcial o completo de la placenta de la pared interna del útero, lo que puede causar una hemorragia importante y poner en peligro tu salud y la de tu feto…
- El paso de sangre fetal a la circulación materna: se habla de hemorragia feto-materna, que puede afectar a la salud del feto (riesgo de anemia).
- Una rotura prematura de la bolsa de las aguas: riesgo de parto prematuro, sobre todo antes de 37 SA, que requiere una atención rápida.
- Contracciones prematuras: un impacto puede desencadenar contracciones, con el riesgo de un trabajo de parto prematuro.
- Lesiones maternas: pueden aparecer hematomas o dolores pélvicos después de un golpe fuerte.
- Un aborto espontáneo: un traumatismo al inicio del embarazo puede, de forma excepcional, provocar la expulsión del embrión en caso de un impacto muy importante.
La gravedad depende también del momento del embarazo. Un golpe suele presentar menos riesgos al principio del embarazo. El útero todavía es muy pequeño y está muy bajo, por lo que es poco frecuente recibir un golpe directamente en esa zona.
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¿Cuándo preocuparse por un golpe en el vientre durante el embarazo?
Después de haber recibido un golpe en el vientre durante el embarazo, algunos signos deben llamarte la atención y justifican una consulta rápida con un ginecólogo o una matrona.
Gestos a adoptar después de un golpe en el vientre durante el embarazo
Como se ha dicho anteriormente, la pared abdominal, el útero y el líquido amniótico forman una protección natural para tu bebé. Solo un impacto importante o una caída presentan riesgos que requieren una consulta en urgencias de tu maternidad. En cualquier caso, estés al principio o al final del embarazo, intenta no dejarte llevar por la preocupación. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a evaluar la situación:
- Mantén la calma: colócate cómoda en posición tumbada. Esto favorece la circulación sanguínea hacia la placenta y el bienestar de tu bebé.
- Observa tus sensaciones: presta atención a la presencia de dolores abdominales, contracciones, náuseas u otros síntomas inusuales.
- Vigila los movimientos de tu bebé: a partir del segundo trimestre, intenta percibir si tu bebé sigue moviéndose con normalidad. Si tienes dudas, come algo dulce y descansa; esto puede estimular la actividad fetal.
- Comprueba la ausencia de sangrados o de flujos inusuales: una secreción clara o sangre por la vagina debe llamar tu atención.
Síntomas que hay que vigilar
Algunos síntomas inusuales que aparecen después de haber recibido un golpe en el vientre durante el embarazo requieren una atención especial. Estos son los principales signos de alerta que no deben pasarse por alto:
- Sangrados vaginales: sea cual sea el color, la cantidad o el momento del embarazo, cualquier sangrado inusual exige una visita a urgencias de la maternidad.
- Dolores abdominales persistentes o intensos: un dolor que no desaparece con el reposo o que se intensifica debe llevarte a consultar sin demora.
- Pérdida de líquido amniótico: un flujo claro, abundante o incluso ligero, parecido a agua sin olor, puede sugerir una rotura o una fisura de la bolsa de las aguas. Se trata de una urgencia, sobre todo antes de 37 semanas de amenorrea (SA).
- Disminución o ausencia de movimientos de tu bebé: si tienes la sensación de que tu bebé se mueve menos o nada en absoluto, túmbate, come algo dulce y observa. Si nada cambia en el plazo de una hora, acude a urgencias para un control.
- Contracciones regulares o dolorosas: antes de 37 SA, las contracciones dolorosas y frecuentes son preocupantes porque pueden anunciar un parto prematuro.
- Síntomas generales inusuales: fiebre superior a 38 °C, náuseas intensas, vómitos, dolores de cabeza persistentes, trastornos de la vista o de la audición pueden esconder un problema más grave.
No tengas nunca miedo de molestar. Es mejor consultar “por nada” que pasar por alto una situación de riesgo para ti o para tu hijo. El o la profesional de urgencias podrá realizar una ecografía, un monitor fetal o incluso un test de Kleihauer (prueba que permite detectar y cuantificar una hemorragia feto-materna) para comprobar la vitalidad de tu bebé, el estado de la placenta, del líquido amniótico y del cuello del útero. 
¿Cómo proteger tu embarazo?
Para proteger lo mejor posible tu vientre durante el embarazo, aquí tienes algunos gestos sencillos para limitar los riesgos en el día a día, sea cual sea el trimestre o la fase de tu embarazo:
- Evitar situaciones de riesgo: en la medida de lo posible, prioriza los lugares tranquilos y evita los espacios muy concurridos donde es fácil recibir un golpe involuntario.
- Adaptar tu entorno: haz tu casa más segura para evitar caídas. Si antes del embarazo tenías la costumbre de tropezar siempre con la misma alfombra, de golpearte con la misma esquina de la mesa o de tropezar con objetos acumulados en las escaleras, intenta encontrar una solución para reducir ese riesgo.
- Estar atenta durante las actividades cotidianas: dobla las rodillas para recoger un objeto, evita llevar cargas pesadas y limita los movimientos bruscos. Por último, cuando te levantes por la noche, piensa en encender una luz suficiente para desplazarte con seguridad.
- Informar a tu entorno: no dudes en explicar a tus seres queridos, especialmente a los niños, que tu vientre es ahora más vulnerable.
- Ser prudente con los animales: aunque el riesgo sea pequeño, un golpe involuntario sigue siendo siempre posible.
En resumen, un golpe en el vientre durante el embarazo no debe tomarse a la ligera, pero un golpe leve suele ser sin gravedad. Todo depende de la fuerza del impacto. Tómate el tiempo de observar tus síntomas y, si tienes la menor duda, no dudes en consultar rápidamente.
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Créditos de las fotos: rthanuthattaphong | kryzhov | valuavitaly | PerfectAngleImages
Este texto ha sido traducido del francés por una inteligencia artificial. La información, los consejos y las fuentes que contiene están conformes con las normas francesas, por lo que pueden no aplicarse a tu situación. Te recomendamos complementar esta lectura accediendo a la aplicación May ESP y consultando a los profesionales de la salud que te acompañan.